Esperanza Aguirre presidenta de la CEOE

LA PRESIDENTA MADRILEÑA está en campaña y no me refiero a las autonómicas. Está movilizada para heredar el sillón de la gran patronal que de forma tan abrupta dejará libre su amigo Díaz Ferrán. Y no es que Aguirre, de pronto, pretenda cambiar su despacho de la Puerta del Sol por uno en la calle Diego de León sino que, como no rehuye ninguna batalla, tampoco va a dejar pasar la oportunidad de competir por la presidencia de la CEOE frente a los Rosell, Banegas y Herrero de turno. En el bien entendido, claro, de que no necesariamente tiene que ser ella la que aparezca en la lista de aspirantes. Y eso que Aguirre tiene motivos más que sobrados para acceder al cargo. Si se mira bien, ella también es a su manera "empresaria" como principal gestora de la sociedad Comunidad de Madrid S. A., una potente empresa con miles de empleados y con un presupuesto que ya quisieran para sí muchas de las grandes firmas de este país. Su Consejo de Administración es uno de los más influyentes de España y, de haberle salido bien lo de Caja Madrid, no habría quien le tosiera ahora. Su actividad abarca todos los sectores y tan bien lo debe estar haciendo que el presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, al que ella misma aupó para el cargo, no para de elogiar su forma de hacer política.
No es de extrañar, por tanto, que el propio Arturo Fernández, se haya situado ya entre los precandidatos a suceder a su cuñado Díaz Ferrán, con lo que todo quedaría en familia, en caso de que la "operación Pizarro" no llegara a fraguar. Si el ex diputado del PP, ex presidente de Endesa y actual socio internacional de Baker & MacKenzie se resiste a escuchar los cantos de sirena que insistentemente le lanzan desde la puerta del Sol ("Pizarro sería un lujo para la CEOE"), a Esperanza Aguirre siempre le quedaría Arturo Fernández, que para eso la CEIM es la segunda organización con mayor número de vocales de la gran patronal. "Todo con Madrid y por Madrid, pero nada sin Madrid". Fernández o Pizarro serían, por tanto, el cuarto pretendiente a la presidencia de la Confederación de Empresarios aunque, en realidad, es Esperanza Aguirre la mayor interesada en colocar nuevamente a uno de los suyos, da lo mismo Arturo que Manolo, al frente de CEOE. Entre otras cosas porque en política nunca se sabe y ella aspira, sigue aspirando, a todo. Absolutamente a todo.