Revista Opinión

‘Esperanza contenida’ en Grecia tras la victoria de Syriza

Publicado el 26 enero 2015 por Gsnotaftershave @GSnotaftershave

Seguidores de la coalición de izquierdas Syriza celebran la victoria del partido dirigido por Alexis Tsipras en las elecciones generales de Grecia. (EFE)

Seguidores de la coalición de izquierdas Syriza celebran la victoria del partido dirigido por Alexis Tsipras en las elecciones generales de Grecia. (EFE)

Grecia se ha despertado hoy con resaca tras la larga jornada de ayer, en la que muchos festejaron la imponente victoria de Syriza en las elecciones generales, a pesar de que la formación de Alexis Tsipras se quedara a las puertas de conseguir la anhelada mayoría absoluta –necesitaba 151 diputados y logró 149-. Votantes o no de Syriza, muchos celebraban el triunfo de la izquierda en un país que socialistas y conservadores han llevado a la ruina. Con una esperanza contenida y pies de plomo, los griegos celebran que por primera vez en 92 años no haya más ‘Papandreu’ en su parlamento -su formación no ha conseguido ningún diputado- y que los dos grandes partidos de la historia, Nueva Democracia y PASOK,  paguen en forma de votos el austericidio que vive el pueblo heleno. Sin embargo, en la fiesta de ayer no todo fue motivo para descorchar botellas: el neonazi Aurora Dorada –con su cúpula en prisión- se hizo con el tercer puesto, por detrás de Syriza y Nueva Democracia.

“Desde la guerra civil, la izquierda solo ha ganado tres veces aquí. Había mucha emoción pero también mucha seriedad, una especie de esperanza contenida. Incluso la gente que vota Syriza es consciente que no va a poder cumplir con parte de su programa pero bueno, los griegos están ya acostumbrados al desengaño”, me explica en una llamada pasadas las doce de la noche Andrés Mourenza, que colabora desde hace años con distintos medios españoles en Grecia y en Turquía.

Los griegos hablan

“Esta noche (ayer) los griegos no hemos elegido un gobierno, les hemos pedido a nuestros políticos defender a nuestro país de la humiliación internacional”, asegura Greg (24), físico que está haciendo el doctorado, algo por lo cual no cobra un duro. También en Salónica se encuentra su amiga Karina (23), que trabaja en la industria cinematográfica en Atenas. Ha venido desde allí para votar. “¿A Syriza?”, le pregunto. “No, pero gracias a dios que al fin habrá un cambio, signifique lo que signifique”, dice. Karina, al igual que su amigo Greg, votó por un partido centrista llamado Enosi Kentroon. “Mucha gente con la que he hablado me ha dicho: votaré a Syriza para que Nueva Democracia y PASOK no vuelvan a gobernar nunca más”, explica.

Katerina (25), que trabaja en proyectos de diseño, fue una de las que ayer votó a Syriza aunque admite que no lo hizo con especial emoción: “No tengo muchas expectativas sobre la gente cuando tiene poder…de todos modos es Alemania quien está a cargo”. “Sin embargo, sí creo que la victoria de la izquierda es algo interesante y supone un profundo respiro para toda la gente que sentía que sus voces no eran escuchadas, que sus opiniones no importaban y que sus vidas no contaban”, resalta la joven de Salónica.

Opciones de gobierno sobre la mesa

Le pregunto a Andrés con quién podría pactar Tsipras: “Es dicífil de saber”, dice. “El primer socio que barajaban eran Griegos Independientes, que la única condición que pone es ser duros en el tema de Macedonia, pero es un partido muy nacionalista y no sería muy bien visto por la UE”.

“La siguiente opción son los liberales To Potami”, explica. “A los de Syriza no les gusta un pelo pero es muy bien visto por las instituciones europeas. Y luego, los de Syriza querrían pactar con el partido comunista (KKE) pero estos no quieren pactar con Tsipras. El PASOK sí querría pactar con Syriza pero ellos no quieren oír hablar de esa opción ni en pintura”, asegura.

Pero ahí no termina. “Luego la otra opción es convocar de nuevo elecciones pero eso a la UE no le haría ninguna gracia y creo que va a primar el sentido común: gobernar en minoría o pactar con algún partido”, vaticina.

El verdadero populismo

“Aurora Dorada sigue siendo un problema y un aviso de lo que puede venir a la Unión Europea. Si fracasa Syriza, muchos griegos pueden volcar sus esperanzas en la extrema derecha y eso muestra muy bien el estado de precariedad de la sociedad griega”, advierte Andrés.

“Estoy muy asustada de que estén en parlamento, ¡Dios!”, dice Karina. Por su parte, Katerina comenta que, de haber sabido los resultados, habría votado por To Potami, que se disputaba el tercer puesto con Aurora Dorada. “Están locos y hay un número muy grande de gente que les ha votado…”, dice preocupada.

Dejar atrás la austeridad

 

Alexis Tsipras, candidato de Syriza, en el momento de depositar su voto, tras el que afirmó que “el pueblo heleno va a dar el último paso para recobrar su dignidad, para vivir un futuro con solidaridad”

Sea cual sea el siguiente paso ahora Syriza debe ponerse a trabajar ya, primero en decidir cuál es la opción de gobierno que quiere, y segundo, negociar con la Troika y sus socios europeos la reestructuración de la deuda. ¿El objetivo? Pasar página y recuperar la dignidad. A día de hoy 300.000 familias se encuentran en el umbral de pobreza en Grecia, donde el paro supera el 27 por ciento.

“Se trata de recuperar la esperanza, algo no muy importante quizás para la economía pero sí para el día a día”, dice Katerina. Aunque no está de acuerdo con muchas de las propuestas de Syriza, Greg se muestra satisfecho: “Si esto sirve para empezar una reacción en cadena que resulta en una Europa más democrática, entonces ya habrá valido la pena”, asegura.

 


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