Revista Libros
Como decíamos ayer, ni siquiera para espiar valemos en este país, y parece que los fisgones de Método 3 se limitaban a cotillear las sobremesas de los políticos patrios en la Camarga y otros restaurantes de postín donde nuestros representantes se homenajean con cargo al contribuyente o a Corrreas y similares, que viene a ser lo mismo. No estaría mal que, por una vez y sin que sirva de precedente, se hicieran públicos los dossieres incautados a la agencia para que pudiésemos dar fe de los chistes subidos de tono y el nivel intelectual general de nuestros políticos cuando se quitan la careta de personas respetables.