Revista Coaching

Esta es tu vida… y solo tienes una

Por Coach2coach @Esther_Roche

A veces oímos episodios de la vida de la gente en que, debido a algún evento … revelador, les cambia la vida por completo. Seguro que has oído alguna de estas historias, muy reales, y que no tienen que ser necesariamente experiencias negativas, accidentes o eventos cercanos a la muerte… etc.

Pero al resto de nosotros, que no hemos pasado por estos lances, no nos queda más remedio que:

  1. Seguir pasando por la vida: pasando como personajes secundarios o incluso como meros espectadores, para luego arrepentirnos, quizá tarde, de lo que NO hicimos.
  2. Hacer un esfuerzo monumental aunque posible, por ser como Clint Eastwood, guionistas, directores y protagonistas de nuestra película,  por obtener ese mismo resultado – la “epifanía” – por otros medios
  3. Esperar a que se nos pase, o a que nos pase, así, por ciencia infusa.

coaching personal
Es fácil decir “esta es mi vida, solo tengo una, he de aprovecharla”, pero interiorizarlo es otra cosa.

Cuántas cosas oímos al cabo del día, vemos en películas reveladoras, o repetimos como loros a través de refranes, sobre las que pensamos: “¡jo, qué cierto!”, y sin embargo, ahí se quedan…

Pues bien, esta pequeña entrada es para que no tomes la postura fácil, la de “jo, qué cierto… qué hay de cena hoy?”… que pases a otra postura, que quizá, solo quizá, y si haces un esfuerzo, pueda cambiarte la vida. Esa postura es, en cierto modo, simple.

“Solamente” se trata de examinar tu vida, lo que has hecho, lo que quieres o quisiste hacer un día y abandonaste porque era algo complicado, o “demasiado tarde”…, pensar si tiendes a quejarte más o a actuar en base a las posibilidades, si buscas esas posibilidades. En definitiva, evaluar:

Si hoy fuese tu último día en la tierra, y te quedasen 10 minutos, ¿qué te pasaría por la cabeza? ¿Hiciste todo lo que estuvo en tu mano por ser feliz, pasaste por la vida con paso firme o más bien te pasó la vida por encima? Si tuvieses la certeza de que tu vida termina dentro de tres meses o tres semanas, ¿qué harías que no estás haciendo ahora? ¿Qué cambiarías? ¿A quién dirías “te quiero” porque no se lo has dicho nunca? ¿A quién pedirías perdón? ¿A quién perdonarías?

Puedes, si quieres, compartir con nosotros tus comentarios. Pero deja que te haga la última pregunta:

¿Qué te impide DE VERDAD hacerlo ahora mismo?


Volver a la Portada de Logo Paperblog