Magazine

Esta no es una historia de Federico Moccia.

Publicado el 11 febrero 2014 por Andreaelefe @ey_expatriados
experiencias expatriadosBuenos días aventureros,

Tal y como ya sabéis continuamos con el medio mes del amor y con más historias. 

¡Espero que disfrutéis muchísimo leyéndolas! Aquí os dejo con otra.

¡Un beso enorme!

=D

"Sí, esta puede parecer la típica historia “chica que se va de Erasmus y se echa novio”. Y de hecho lo es, pero es la mía, y como es normal para mí es más especial que ninguna otra.
Conocernos allí nos pareció un juego, todo era fácil y divertido. Yo era más libre que nunca y él me enseñó a volar: desde el suelo tocaba las nubes, simplemente estaba todo el día en ellas. 


Conocerle a él y a su ciudad supuso para mi la aventura más grande que jamás había vivido hasta el momento. Y, poco a poco, sin darme cuenta y sin quererlo, me fui enamorando.
Los días pasaban, y yo cada vez era más feliz, no pensaba en que eso tendría fin. En realidad, claro que lo sabía, pero no quería pensarlo. Cuando eres feliz y estás contenta con lo que vives no te paras a pensarlo tanto, no es como cuando estás mal y te comes la cabeza. Aunque si que era consciente de lo afortunada que era de estar viviendo todo aquello. 
Me acuerdo de las noches en moto, del aire en la cara, del mar siempre de fondo, de compartir helado, de hacer pausas mientras estudiábamos para vernos, de descubrir cada día un rincón nuevo juntos, nuevo para mi, claro, de como un simple paseo se convertía en un día inolvidable, de sentir que estaba viviendo una película, que esa no era mi vida, simplemente no podía serlo, estaba siendo demasiado bonita…
Pero por supuesto que llegó. El día de irse. Aquella última noche, en la parte alta de una plaza italiana. La ciudad que había vivido nuestra historia con nosotros a nuestros pies y un futuro bastante incierto por delante. Las luces, el mar y las estrellas nos miraban, y nosotros mirábamos a ellas. Intentando detener ese momento, sin saber muy bien cómo hacerlo. 
Mucho amor, últimos momentos en aquella habitación que nos había visto crecer durante el último año. Últimas palabras escritas sobre aquella bandera, en la que quise plasmarlo todo. Solo unas palabras especiales, que no te dejaran olvidar lo que habíamos vivido, que te capturaran cada vez que las leyeras y te transportaran conmigo…. Y lo único que me salieron fueron lágrimas, de amor y de nostalgia. Y lo único que te dejé fue una espalda bañada, emborronada de tinta.
El momento de irse en el aeropuerto no fue mejor, algo me decía que no me fuera, pero tuve que hacerlo. Nadie, ni nosotros mismos sabíamos lo que sería de nosotros dos.
Me encontraba de nuevo en un avión, volviendo, quizás, demasiado pronto. Emoción contenida. Y al llegar todo el mundo dio por echo que sería una tontería pasajera, que se iría con el verano...
Y aunque parezca mentira, después de dos años, seguimos aquí. Nadie habría dado dos duros por nosotros, pero nos hemos sorprendido hasta a nosotros mismos. Pasar todo este tiempo separados no ha sido fácil, para nada. Al principio todo era más inseguro y difícil, pero poco a poco aprendimos a llevar una relación así. Nosotros decimos que nuestra historia es un sueño demasiado bonito, y que no se puede acabar. 
Y por fin, después de todo este gran, largo y duro periodo nos vamos a vivir juntos a un país que no es ni el suyo ni el mío. Y es que yo creo que los sueños se cumplen si crees de verdad en ellos. Y que querer es poder.
Ahora somos dos expatriados y, la verdad es que no sabemos dónde nos llevará la vida, ni que será de nosotros. Pero tampoco nos importa mucho si es estando juntos… Después de todos los esfuerzos que hemos hecho, no nos vamos a rendir ahora.
El sueño continua."

Volver a la Portada de Logo Paperblog