Estados Unidos: una nación vulnerable

País ha fallado en garantizar la propia seguridad.
Los Estados Unidos no son los mismos tras el fatídico “11 de septiembre”, el cual miles de personas han muerto, por causa de un ataque terrorista. Las famosas torres gemelas del edificio comercial Word Trade Center, de 110 pisos, se desmoronaron. El capitalismo norteamericano ha sido herido y la imagen de seguridad que exhibía al mundo, debilitada. Sin embargo, no hay necesidad para redactar estos detalles, hasta porque el objetivo de este artículo no es denegrir o hacer alabanzas a esa gente, pero analizar con una mirada crítica los últimos hechos.
El octubre pasado el sitio web Wikileaks divulgó varias documentaciones secretas del gobierno estadounidense al respecto de presuntos abusos cometidos a civiles en la Guerra de Iraq.
El más reciente episodio manchando la buena reputación de la diplomacia de EEUU ha sido la divulgación de más de 250 mil documentaciones – fechadas del 1966 al inicio de 2010 – las cuales dicho gobierno estaría supuestamente investigando o entremetiéndose en la política de diversos países. Los 28 y 29 de noviembre pasados el mismo portal Wikileaks ha compartido las informaciones que obtuvo a cinco medios: uno de Estados Unidos (The New York Times) y cuatro de Europa (El País, de España; Le Monde, de Francia; The Guardian, de Reino Unido y Der Spiegel, de Alemania).
De acuerdo con Wikileaks el gobierno de Brasil combate en secreto el terrorismo en su territorio. Además, un integrante de Al Qaeda había sido apresado el mayo de 2009 en el estado de São Paulo. Sin embargo las autoridades niegan la presencia de esos grupos. Los estadounidenses se preocupan que esos terroristas lleguen a Sudamérica a través de Tripe Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay) debido a la falta de vigilancia en la región.
En cuanto a la presidenta argentina, Cristina Fernández, su salud mental fue investigada. La mandataria sería solamente una figura pública y quien tenía el control de la nación sería su marido que ha muerto hace poco tiempo, el ex presidente Néstor Kirchner.
Los americanos estarían intentando “aislar” el presidente venezolano, Hugo Chávez, de Latinoamérica, para que pensasen que él estaba “loco”, según las publicaciones. Para el líder sudamericano la secretaria del Departamento estadounidense, Hillary Clinton, debería renunciar al cargo para dar una respuesta al mundo.
La canciller alemana, Angela Merkel, por ejemplo, sería una mujer sin creatividad y que tenía miedo a correr riesgos. Ya el presidente francés, Nicolás Sarkozy, un hombre “delicado” y autoritario”. Varios jefes de estado fueron investigados.
Incluso el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, estuvo en la mira de los espías americanos. Empero él reafirmó su “transparencia” y dijo no estar en condiciones para comentar sobre las documentaciones.
Hasta el golpe de estado de Honduras el pasado 28 de junio de 2009, el cual ha depuesto el presidente José Manuel Zelaya, tiene como presuntos culpables los EEUU.
El último 28 de noviembre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador informó que invitaría al dueño de Wikileaks, Julian Assange, para que pudiera contar todo lo que sabe sobre las investigaciones de EEUU en Latinoamérica y Ecuador. Incluso le pedirían para preparar nuevos investigadores. Además le podrían ofrecer el estatus de residente si así lo quisiera, conforme las leyes ecuatorianas.
El gobierno colombiano se solidarizó con EEUU y dijo que tales informaciones podrían poner en riesgo la seguridad del pueblo norteamericano y de sus empleados.
La divulgación de esas informaciones muestran la falta de seguridad del gobierno estadounidense de proteger los datos sigilosos, a la vez que mucho de lo que ha logrado fue a través de la confianza. No sólo los norteamericanos están expuestos al mundo, pero también los colaboradores que les han ayudado en secreto.
Más allá de la vergüenza delante de la comunidad internacional es la sensación de vigilancia que todos deben de estar sintiendo. Seguramente uno de los modos de evitar más daños en las relaciones internaciones es descubrir cómo Wikileaks ha logrado esos datos, hasta porque no ha sido sorpresivo saber que un país espía el otro, pero su incapacidad de protegerse de sí propio.
Tales descubiertas invierten un “juego”: transforma los villanos en víctimas y viceversa: un ejemplo es el del gobierno de Hugo Chávez, conocido por presuntamente violar las liberdades civiles y de prensa, que estaría aprovechándose de la situación para resaltar al mundo que sería víctima del “imperio”, conforme le gusta decir el mandatario. Y los EEUU, una nación libre y democrática, pasa a ocupar la posición opuesta: la de villana.