Revista Cine

Este Cine es Nuestro: El surrealismo es sencillo porque se gana a golpe de cámara

Publicado el 03 enero 2013 por Fimin

03 de Enero del 2013 | etiquetas: Este Cine es Nuestro, Carles Guardiola Twittear este-cine-es-nuestro-el-surrealismo-es-sencillo-porque-se-gana-a-golpe-de-camara

Mientras avanza The insect woman (Nippon konchuki, de Shōhei Imamura, 1963), ocurre que en ciertos momentos la imagen se congela y, sobre el provisional último fotograma, una voz, que tiende al canto ayudándose de un fraseo lánguido y apuntes musicales, compone una breve reflexión sobre lo que las sufridas protagonistas acaban de afrontar o afrontarán, pistas sobre lo que se les pasa por la cabeza o bien énfasis que provendrían de un narrador externo.

Tras esos segundos de quietud – no tanto de reposo – recomenzará el chorro de película y su relato sobre la inercia de unas jóvenes, señoritas y señoras durante varias generaciones de la sociedad japonesa. Inercia, por cierto, entendida por Imamura entre la pena del desamparo y la alegría de la inocencia, ¡nutriente punto de vista!

Este Cine es Nuestro: El surrealismo es sencillo porque se gana a golpe de cámara

En parte a causa de esas retenciones de movimiento, uno siente que la forma en que recibe dicho relato no provoca una vivencia directa y sumergida de principio a fin. El cineasta no está operando tanto como cuentacuentos, sino construyendo como una radiografía de sucesos, “ahora ocurre esto, ahora ocurre lo otro”, con distancia respecto al calor de la narración, pautando con severos rótulos los periodos irregulares en que discurre. Así que la emoción vendría más de los cuadros que se suceden que de una trama golosa que pudieran conformar.

Pero, ¡ah, qué cuadros! ¡Cómo queda encuadrada la sala común del prostíbulo en que todas se apoltronan en los ratos ociosos! Son frecuentes los encuadres de espacios reducidos en que se construyen dos y tres y hasta cuatro términos, todos apareciendo cercanos en la vista obtenida. Y los bloques que forman estos términos (el primero, unas chicas jugando; el segundo, otra estirada; el tercero, otro grupo conversando…) se mueven, salen del encuadre y regresan a él, avanzan hacia cámara.

Este Cine es Nuestro: El surrealismo es sencillo porque se gana a golpe de cámara

A la manera de Semih Kaplanoĝlu con los planos sobre el poeta Yusuf en Huevo o Leche, se recorre y puntúa el espacio de escena, y desde lo simple de un plano fijo se remarcan sus posibilidades: ¿qué variaciones ofrece el espacio conseguido? ¿qué implica recorrerlo? ¿a qué figuras, y correspondientes emociones, da lugar? Pues en el caso de la escena referida, son las chicas que llenan el escenario las que protagonizan la historia, la cual, pese a tratarse con ese frío como cuento, está refulgente en el relato de sus formas sobre el espacio. La inventiva apasionada de Imamura al construir cuadros, que sigue desarrollando en su otra película The pornographers: introduction to anthropology, parece funcionar de impulso a otro de sus rasgos potentes, que nos hace volver a la primera idea apuntada arriba.

Este Cine es Nuestro: El surrealismo es sencillo porque se gana a golpe de cámara

Porque no tan sólo retiene un fotograma unos segundos y lo deja ir. En otras ocasiones se atreve en esos quiebros con varios fotogramas congelados de la vivencia de alguna situación crítica de Tome, montando uno detrás de otro mientras suena esa voz que en su canturreo sintetiza la acción o la comenta en contrapunto. Contrapunto con gusto a marcharse a otros lugares que la película no nos había mostrado hasta ahora, puede que un buda enaltecido o un luengo corredor a recorrer. Estamos ante una frescura en el dominio de la imagen que ha invitado al paso a lo imaginario, ese que ya aparece con categoría de igual realidad que el resto, tocando a la puerta de lo surreal de Seijun Suzuki en aquellos mismos años (Branded to kill) o de la obertura continua e imparable del Fando y Lis de Alejandro Jodorowsky.     


Volver a la Portada de Logo Paperblog