Esto son cuatro días

Algunas imágenes sueltas del parque Madrid Río. No tienen mucho que ver unas con otras salvo que están tomadas en el mismo lugar pero, como además es un parque tan grande, pues la verdad es que ni siquiera eso es válido para intentar crear algo de coherencia visual, así que hoy no toca coherencia. Como decía Javier Krahe “No todo va a ser follar”

Tengo esa pequeña libertad. Los médicos me han dicho que trate de hacer lo que tenga ganas, que coma lo que me apetezca en cada momento y la verdad es que lo hago. Tengo unos horarios un poco raros porque encima ahora he descubierto que me hace mal comer a la hora de comer y dormir siesta a la hora de la siesta, así que me acuesto desde las 14 a las 18 hs. más o menos y al levantarme como algo (que me sabe a gloria) y estoy más fresco que una lechuga. Claro que dejo a mi chica comiendo sola, pobre, pero bueno, qué le vamos a hacer, no todo va a ser follar, yo tengo que buscar lo que mejor le venga a mis dolores y mis cansancios.

Y la verdad es que funciona porque, a partir de ahí, paso el resto de la tarde muy bien, sin dolor y muy despierto, con ganas de hacer cosas. Eso no ocurre si como a la hora de comer y luego me acuesto una siesta a la hora de la siesta. Parece que hasta con cáncer voy a resultar ser un tipo raro y poco convencional.

Porque uno no se plantea casi nunca cómo es. Damos por sentado que está bien la forma en que somos, pero no nos preguntamos cómo nos ven los demás, cómo es ese yo que se proyecta hacia fuera y que resulta ser la verdadera imagen de nosotros mismos, no la que nosotros creemos sino la que los demás reciben. Y cuando uno se lo pregunta y obtiene respuestas son, por lo general, dolorosas y sinceras. Siempre hay algo que nos gustaría cambiar, siempre hay algo que nos da miedo y no nos gusta y siempre hay algo que odiamos con todas nuestras fuerzas.

Pero, en definitiva, hay que seguir adelante. No todo va a ser follar. Hay que hacer otras cosas aunque no nos gusten, aceptar realidades y vigilar espaldas. Siempre habrá toros para cogerlos por los cuernos y mejores plazas en las que torear. El derecho a ejercer nuestra propia libertad nos lo hemos ganado desde la cuna, así que manos a la obra. Yo, al menos, estoy muy feliz comiendo cuando me da la gana, durmiendo la siesta cuando me apetece y subiendo fotos que no tienen nada que ver unas con otras.

Total, esto son cuatro días. Cinco si contamos el de hoy.