Revista Cultura y Ocio

¡Estoy buscando el amor pero sólo encuentro sexo!

Publicado el 18 noviembre 2014 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

encontrar el amor, buscar el amor

¿Cuántas veces te has despertado después de una noche de fiesta pensando… ¿Pero qué coño he hecho? ¿Y este tío que hace aquí? Efectivamente bonita… ¡La has liado parda!

Estoy segura de que nos ha pasado a todos más de una vez y sí la sensación de resaca ya de por sí no es agradable, el comprobar que has metido a un extraño/extraña en tu cama… Eso ya es digno de un guión de comedia americana tipo “American Pie” o “Aquellas juergas universitarias”

El problema es que ni tú tienes 20 años ni eres universitaria… ¡Qué tiempos aquellos del kalimoxo o el cubalitro! y aunque los hombres que te puedas encontraren esos bares, sí lo parezcan (tanto por la edad mental como por las ganas de juerga) no dejamos de pertenecer a la generación “viejoven”.

 Ahora está muy de moda eso de “ser proactivo” y bla bla bla… Escuchamos esa palabra por todas partes ¿A qué sí? Creo que lo de aplicarse este adjetivo a la hora de salir por la noche puede traer algún que otro disgusto cuando te despiertas por la mañana…porque si de manera natural se te acercan los tíos ¡Como te pongas tú a buscarlos ya ni te cuento!

Como cualquier mujer y sin tener que hacer uso de mi “proactividad” creo que en una sola noche podría haberme ligado a 4: Un francés que estaba de viaje conociendo la noche madrileña, un profesor de inglés que quería “hacerme bilingüe”, un amigo de un amigo que “se pegó como una lapa” al grupo de chicas durante toda la noche y hasta a un entrenador personal de triatlón que podría haber corrido por Castellana los 100 metros lisos sin despeinarse…. A todo esto ¿A quién hubierais elegido? (lo sabréis después de la publicidad… si tengo ovarios de contarlo).

Pues sí, el hecho de tener donde elegir está francamente bien… el problema al menos en mi caso, es que no tengo muy claro si tanta variedad en cuanto a amantes se refiere me puede beneficiar en otra cosa que no sea en aumentar mi lista de “amantes desaparecidos” después de una noche y que es la tónica habitual debido a tanta “proactividad sexual”.

 Supongamos que eliges a cualquiera de los cuatro y éstas son las circunstancias de cada uno: El francés se va de vuelta a Francia (lo pierdes de vista seguro), el profesor de inglés (monísimo por cierto) tenía pinta de que no iba a darte clases particulares sólo a ti, (él es más de clases en grupos de 3 tías por día).

El amigo de un amigo que se acopló al grupo esa noche…le daba lo mismo 8 que 80, porque intentó ligarte a ti y a todas tus compañeras (eso no mola nada…) y el entrenador personal estaba de curso en Madrid y volvería en 15 días (hasta te da tiempo a recuperarte si te somete a una sesión de sexo maratoniano) Ejem…Sí yo hubiera elegido a ése.

 Lo malo es que cuando te despiertas con tu resaca y tu voz de ultratumba después de fumarte no sé cuantos cigarros, (sí y me bebí 2 vinos y 3 copas) has dormido 3 horas y te sientes como si hubieses salido de un combate de la guerra de Vietnam… y te das cuenta de que él ya se ha ido (a veces es mejor así) o si sigue a tu lado lo miras y piensas: juraría que anoche era rubio y con ojos azules.

 Entonces tienes una sensación rara y te preguntas si realmente además de lo que haya durado el polvo…ha servido para algo más (se llama vacío emocional).

 En mi caso y hablo sólo de mí, cada experiencia sexual de fin de semana, me dejaría la extraña sensación de qué no es lo que realmente estoy buscando. ¿Es necesario acostarte con 50 para encontrar al apropiado? Es una duda existencial que tengo… y francamente si eso es lo que tengo que hacer… ¡Rubita tenemos un problema!

 Porque si el secreto consiste en eso… A ver (estoy pensando) un año tiene 52 semanas (supongamos un chico por semana) ¿Me va a llevar un año encontrar al adecuado?

 Si encontrar pareja estable o algo parecido es comparable a la búsqueda de empleo y el envío de “curriculums” se hace de forma proactiva y masiva (para saturar el mercado) y dichos C.V. (según recomiendan los expertos) no deben sobrepasar las 2 hojas de extensión, cumpliendo con mis cálculos anteriores ¡mi lista de 52 amantes ¡Tendría que ser en Arial 8…. para que no sobrepasase esos dos folios!

 Pues si, que no os voy a contar nada que no debáis saber, porque como dicen los famosos “forma parte de mi intimidad”, pero como mujer lo que sí puedo contar es que por desgracia hay vacíos que ningún amante puede llenar.

 Que te despiertas y sigues sola (que a veces no se quedan ni a desayunar) que se ha ido por la puerta y que probablemente no volverás a verlo más (tienes suerte si el muy gilipollas no te bloquea el móvil) y es que a veces las que nos arrepentimos somos nosotras y lo que menos te apetece es volvértelo a encontrar.

Así que después de un fin de semana de esos “épicos” (de los que mejor no hablar) la lección que he aprendido es que ser proactivo en la búsqueda del amor sólo sirve para confirmar que “hay ciertas cosas que sólo aparecen cuando dejas de buscar”.

 


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