Estrategias personales de divulgación científica para 2017

Llevamos casi un mes de 2017 y mucho no me he prodigado por estos lares. Cuento unas tres decenas de borradores pendientes (algunos son artículos de Zoco de Astronomía que tengo medio preparados para subir y, por una u otra razón, no lo he hecho). Estas semanas, que en Australia coinciden con las vacaciones de verano de mucha gente (incluidos los estudiantes), e incluso el correo electrónico del trabajo está relativamente tranquilo, las estoy dedicando más para pasear, hacer algo de deporte, ir a la playa y pensar en mis cosas, además de escuchar muchos (muchos) podcasts.
Tengo demasiados frentes abiertos, tanto científicos como divulgativos, y cada vez me resulta más complicado llegar a todo. En los tres últimos meses de 2016 mi media de trabajo diario, incluyendo festivos y fines de semana, sobrepasaba las diez horas diarias. Así es fácil entender mi estado de ánimo, cansancio y pereza generalizada tras la vuelta de las vacaciones. Y es que volver a la rutina cuesta. Máxime esperando (o temiendo) todo lo que viene encima en los próximos meses.
Así que aquí me encuentro, 26 de enero ya, Día de Australia, y posiblemente (con ironía) el día que más tiempo he pasado delante del ordenador en lo que va de 2017 (tenía algunas cosas pendientes que, sí o sí, tenían que enviarse hoy). Sigo con mi determinación y convencido de que el esfuerzo que hago en hacer divulgación es importante. Es algo que forma parte de mí, y no lo voy a dejar nunca. Pero sí llega el momento de plantearse en serio dónde pongo mi esfuerzo y como sacar el máximo partido a todas esas "horas extra" que uno echa por "amor al arte".
Aún no me he decidido en ninguna acción en concreto. Tengo claro que tengo que hacer un esfuerzo especial por divulgar más en inglés y en Australia (más sobre todo esto en otro momento), pero es en mi idioma donde mejor me expreso (obviamente) y más cómodo me encuentro. Quiero hacer cosas que lleguen a más gente, por lo que las colaboraciones con plataformas como Naukas y el movimiento de mis artículos por las redes sociales son fundamentales. En las redes sociales, Twitter es, de lejos, mi plataforma favorita, y ahí tengo conversaciones muy interesantes con gente que vale la pena seguir. Sí, a veces es más fácil contactar conmigo por un simple tuit que por correo electrónico. Promover la divulgación científica usando las redes sociales es otro de mis objetivos actuales.
También quiero hacer artículos de divulgación científica de calidad, no simplemente comentar notas de prensa (y tenemos demasiadas todas las semanas) o algún artículo científico que me interese. Pero soy realista: mi forma de trabajo actual me impide escribir mucho más de un par de artículos divulgativos a la semana (y uno de ellos es para mi sección de Zoco de Astronomía en Diario Córdoba), por lo que llevar el ritmo de apasionados divulgadores como mis admirados Francis Villatoro o Daniel Marín es imposible. Sí, en los casi 13 años que llevo del blog, a pesar de que haya dicho otras cosas por aquí, siempre he fantaseado con llegar a recibir algún reconocimiento por mi trabajo, idealmente un Premio Bitácoras, pero esto no va a pasar nunca: hay mucha gente muy buena ahí fuera y muy dedicada a sus blogs. En realidad, ahora mismo no sabéis lo bien que vendría en mi carrera científica recibir algún premio por lo que sea (quizá al final tengo que mendigar algo y todo). Pero me guardo esto para mí.
En cualquier caso, escribir un buen artículo divulgativo, al menos a mí, me lleva tiempo. Cada vez soy más exigente a la hora de contar las cosas, me gusta dar las referencias, me animo a preparar diagramas. Y luego toca redactar la historia de forma más o menos coherente.
Quizá por esto me he animado a los podcasts. A diferencia de lo que piensa mi colega y compañero blogalita Javier Armentia a mí me encantan. Como todos los días tengo al menos hora y pico en coche de aquí para allá, escuchar podcasts científicos, la mayoría realizados por colegas y amigos a los que admiro una barbaridad, realmente me ayuda a pasar el tiempo, que ya no es completamente perdido en el horrible tráfico de Sídney. Eso sí, me impide "hacer comentarios en directo" en Twitter según voy escuchando los podcasts. Estoy muy contento (y profundamente agradecido) de ser ya "parte del equipo" de Coffee Break (hoy mismo me toca madrugar a mis 2:30 am para participar en el episodio de esta semana), además de haber participado en algunos especiales en inglés en Australia (que creo no he comentado por aquí) y, además, tener el privilegio de grabar una sección mensual de astronomía para radio SBS Australia en español. Espero seguir con estas actividades por mucho tiempo, además de finalmente saltar al videocast (mi proyecto secreto en el que llevo años trabajando, pero no digáis nada aún).
Por otro lado, el contacto con los estudiantes y aficionados a la astronomía es fundamental para mí. Y creo que es una labor muy importante. Irónicamente, hacer esto me cuesta mucho menos que escribir un post científico, y la satisfacción es mucho mayor al poder conversar de tú a tú con niños y grandes. Intento recopilar por mi blog las actividades de este tipo que voy haciendo, muchas por videoconferencia, algunas también a horas intempestivas para mí. De hecho, mirando las entradas de 2016 en este blog, sobre todo las más reciente, casi todas hacen referencia a "algo" que he hecho aquí o allí. Puede que este sea el destino próximo de este blog personal: contar más esas actividades que voy haciendo y los artículos que voy publicando en otros sitios, incluidos los que deje en mis otros dos blogs de divulgación científica (Universo Rayado en Naukas, que decididamente quiero potenciar porque me da mucha más visibilidad que "El Lobo Rayado", y mi blog en inglés, The Lined Wolf) que artículos propios de divulgación astronómica, como he hecho durante tantos años.
Si has llegado hasta aquí, gracias. Uno empieza a escribir sobre este folio en blanco que resulta la pantalla del ordenador y al final se deja llevar. En realidad, lo que originariamente pensaba redactar en este post era el aviso de algo que también quería haber iniciado hace tiempo. Pero por eso "El Lobo Rayado", esta bitácora de Blogalia (portal que cumple 15 años hoy, felicidades Víctor Ruiz) es, y será, mi blog personal, el único sitio donde puedo desvariar y cambiar de tema sin que ello me cause un trastorno especial.
PD: Como siempre, cualquier comentario constructivo sobre lo que en cada historia cuento será más que bienvenido.