Estructuras: Adiós a las pirámides, bienvenidas las redes…

por Roberto Leon Feeney

La maravilla de las redes y los cambios que provocan…

Adiós a las pirámides, bienvenidas las redes.

Nunca antes en la historia de la humanidad, el ser humano había desarrollado una tecnología que cambiara tanto nuestra manera de vivir en tan poco tiempo.

Paréntesis…

Desde que se acelero el cambio de la Era Industrial a la del conocimiento (de septiembre a la fecha); alguien que había sido enterrado en la historia ha resurgido; porque resulta que desde septiembre 2008 a la fecha, Google el meta buscador más popular del planeta, registró en sus estadísticas un creciente interés por parte de los internautas en este individuo que reconoceremos con el nombre de Karl Marx.

Marx definía el capitalismo como un modelo autodestructivo, y que éste, invariablemente nos llevará al comunismo, solo era un paso previo…lo anterior debido a que él decía que el modelo económico acumulaba riqueza en la clase superior en la clase de los burgueses; y afirmaba que eso no podría durar por siempre. (cabe mencionar que no soy comunista, socialista, ni mucho menos)

Interesante idea, principalmente porque fue publicada a mediados de 1800´s con su famosa obra *”El Capital”. Algunos expertos críticos discuten acerca de la vigencia de toda su filosofía.

Continuamos…

Durante toda la historia conocida, los seres humanos nos hemos organizado a base de jerarquías. Desde los clanes, pasando por feudos y monarquías, llegando a las repúblicas; siempre ha habido “los de arriba” (la minoría) y los de abajo (la mayoría), los burgueses y el proletariado; inclusive nuestras familias en la actualidad están compuestas por “el padre” o la figura de autoridad sin olvidar que nuestros negocios también son “Pirámides Organizacionales”.

Hasta que llego Internet…

Internet y las redes de datos son la razón por la cual vemos tantos cambios suceder, a una creciente velocidad. Una red, en comparación con una pirámide es híper eficiente, y si algún “nodo integrante” falla, rápidamente es sustituido por otro nodo que sea más eficiente. El nombre del juego en el siglo XXI es, la máxima eficiencia en nuestros negocios y en nuestras vidas.

Recordemos el manifiesto tren de claves**, que nos dice:

• Los híper-enlaces socavan a las jerarquías.

• En los mercados interconectados como entre empleados intraconectados, la gente utiliza nuevas y poderosas formas de comunicación.

La Era de las pirámides, la Era de las Corporaciones y de todo lo que se le asemeje, serán pronto sustituidos por redes. Los negocios en el siglo XXI, no están separados de la sociedad, de hecho están integrándose a ella poco a poco, y al igual que Internet destruyó las fronteras políticas, también las redes borran las barreras entre los negocios y el mercado. Porque el factor humano; sus conocimientos, destrezas, aptitudes y actitudes, es lo que mueve a los negocios en el siglo XXI.

Ahora, los mercados y los individuos que lo componen son expertos en comunicaciones y desarrollan sus propias herramientas tecnológicas y nosotros los negocios también debemos aprender y desarrollar nuestras propias tecnologías, porque si lo reflexionamos detenidamente, los que estamos en desventaja somos los negocios.

Todo lo que vemos en las noticias no es más que el resultado de una nueva Era “colisionando”, imponiéndose (ciertamente no pide permiso) y proponiendo un cambio, una nueva manera de vivir en el planeta.

Como podemos también constatar, en una red no hay secretos, todo fluye natural y rápidamente; en la Era de las redes cualquiera de nosotros puede estar, en cualquier momento siendo filmado o grabado en audio y publicado en la red de redes y siendo visto potencialmente por millones de personas alrededor del globo y sin poder hacer algo por detenerlo.

Las redes son inteligentes porque promueven el libre intercambio de ideas. Algunos expertos aseguran que durante la Era Industrial; la prohibición científica, la quema de libros, la supresión de las ideas, contribuyeron a que el IQ global disminuyera.

En cambio, las redes son cambiantes, son flexibles y no pueden retener la información. Por el contrario en una organización jerárquica- piramidal, si uno de sus integrantes (sin importar la jerarquía) no desea que algo suceda (retener información), simplemente no sucederá y pocos se enterarán. Las pirámides se corrompen, son oscuras, con secretos, discrecionales, burocráticas y definitivamente se extinguen a medida que las organizaciones basadas en Redes se imponen rápidamente.

Al implementar un ERP en nuestros negocios sucede exactamente lo mismo; dejamos de operar de forma piramidal e iniciamos el reto de aprender a trabajar en red y de forma colaborativa, y es aquí amigas y amigos lectores donde es necesaria la administración del cambio en nuestros negocios, y donde la resistencia al mismo se hace mayor.

Trabajar en red, implica colaborar.

Como mencione anteriormente, una red nos pone a competir a todos contra todos; esto incluye países, regiones, industrias, negocios, a nosotros gerentes o directores y a nuestro personal.

Todos, unos contra otros, somos medibles y cuantificables.

Al implementar un ERP (trabajar en red colaborativa) salen a la luz: las cosas buenas que parecen malas, las malas que parecen buenas, e independientemente del “nivel jerárquico” en el que nos encontremos también pone en evidencia competencias del personal, y también las necesidades de capacitación; que a diferencia de la organización piramidal, no se pueden esconder ni disfrazar, ya que un ERP nos obliga a colaborar y trabajar en equipo como nunca antes lo hemos hecho… y desarrollar habilidades en nuestro personal en estos rubros es indispensable. Ya no se trata de seguir órdenes, ahora el factor humano debe desarrollar destrezas gerenciales (Negociación, delegación, comunicación, etc.)

Estamos siendo testigos de un cambio nunca antes visto, un cambio fundamental en la forma que los seres humanos nos organizamos y convivimos y no hay mucho que podamos hacer, más que cambiar y adaptarnos a una nueva forma de organización social, un nuevo orden mundial, donde el individuo (nuestros clientes, empleados, proveedores, socios, la sociedad global y local, etc.) y su opinión toman verdadera fuerza… la opinión pública es la que dicta las reglas en la actualidad, en la Era de las Redes.

Uno de los beneficios de una organización en red, es que ya no podemos pretender que no nos importa “el otro”; ahora para que me vaya bien a mí, te tiene que ir bien a ti también y viceversa… razón por la cual, ahora, en este nuevo orden mundial, estamos obligados a cooperar, a colaborar con otros; otros que probablemente no serán de nuestro color, ni vivirán en nuestra patria y tampoco hablen nuestro idioma. En esta Era, los conceptos patria y patriotismo, desaparecen lentamente, o al menos se transforman rápidamente.

Bienvenida “La Era de las redes”, la era de la colaboración… la Era de la verdadera civilización.

Autor Roberto Leon Feeney

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