Revista Cultura y Ocio

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Por Historia Urbana De Madrid Eduardo Valero García @edjaval

Con el lema " Creando Madrid a través de la novela histórica ", esta segunda edición contará con la presencia de renombrados autores (escritores, novelistas, directores, etc.) que hablarán de sus obras ambientadas en el Madrid de diferentes épocas.

Cuatro serán las mesas preparadas para hacer un recorrido histórico por la villa y corte. En la titulada "Madrid recreado" intervendrán Javier Olivares (El Ministerio del Tiempo), Juan Carlos González (Carpetania Madrid) y Ana B. Nieto (con su novela Manuela, basada en la serie de TVE Acacias 38). Por su parte, Eduardo Valero disertará sobre los estudios cinematográficos madrileños y la representación de nuestra ciudad en la filmografía de diferentes épocas. Como es habitual, la mesa comenzará con un audiovisual; en este caso el que llevará por título "Madrid cinematográfico".


La presencia de Madrid como protagonista en una filmación se remonta al año 1896 gracias a Alexander Promio, quien rueda, entre otros espacios de la ciudad, la Puerta del Sol y su característico ambiente. Este será -si acaso-, el inicio de la producción cinematográfica que más tarde se consolidará con la creación de diferentes estudios.

Sin ser el más antiguo, pero importante en su producción, en el presente artículo hablamos de los desaparecidos estudios Roptence y recordamos al " aparato sonoro " homónimo.

Instalados en un precioso palacio de la calle Príncipe de Vergara ¹, número 84, el sábado 29 de junio de 1935 por la tarde quedaban inaugurados los Estudios cinematográficos Roptence S. L.; siendo sus directores los señores Antonio y Octavio Roces y Rafael Escriña. En la dirección artística, don J. Sierra de Luna y el conocido hombre de negocios cinematográfico don José Pérez Flores en la jefatura de distribución.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Se trataba de la inauguración oficial, pues en su nuevo emplazamiento ya se había rodado la adaptación de la comedia de Arniches " ¡Es mi hombre! ", dirigida por Benito Perojo, con Valeriano León y Mary del Carmen como protagonistas.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

¹ El palacio de la calle Príncipe de Vergara había sido construido en 1919 para el afamado cirujano José Goyanes y Capdevila, fundador del Instituto Nacional del Cáncer y autor de, en aquellos tiempos, novedosos métodos de cirugía y anestesia arterial. En 1931 Goyanes será cesado de la dirección del Instituto por un extraño caso referente al robo de dos tubos de radio valorados aproximadamente en 50.000 pesetas. Falleció en Tenerife, donde residía desde muchos años atrás, el 16 de mayo de 1964.

Anteriormente los estudios habían estado situados en un local más pequeño de la calle Francos Rodríguez, número 16, donde se realizaban doblajes y -según datos encontrados-, fabricaban sus afamados sistemas sonoros, de los que hablaremos más adelante.

El 13 de julio aparecía la publicidad del nuevo Estudio Roptence en el periódico La Libertad [XVII (4.768) Madrid, julio de 1935].

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En el palacio de Goyanes se instalaron las oficinas, salas de prueba y de doblaje, juntamente con los archivos y cocinas. En lo que habían sido garajes y quirófano privado se ubicaron los laboratorios, y en el solar contiguo se construyeron los siguientes edificios: estudio de "impresión" (rodaje), camerinos, talleres y casillas de transformadores y alternadores.

Los arquitectos José Sanz de Bergue y José Fonseca Llamedo serán los encargados de las reformas y construcción de todas la áreas y secciones del Estudio. Uno de los principales inconvenientes que tuvieron que solventar fue el nivel de ruidos, ya que a diferencia de los estudios ubicados fuera de población (los estudios de Aranjuez o Ciudad Lineal), Roptence estaba situado en pleno barrio de Salamanca, a escasos metros de arterias muy transitadas.

Resolver el tema acústico implicaba también otro problema, el de la ventilación; algo que solventaron con la colocación de cinco ojos de buey en la parte más alta y unos ventiladores de expulsión en tres de ellos.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

También la puerta de acceso al estudio de rodaje merecía un estudio pormenorizado; además de impedir la entrada de sonidos debía ser de fácil apertura y cierre.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Por su parte, para evitar ecos y reverberación, los muros y techos fueron revestidos con aislante acústico, lo mismo que el suelo. Todo un sofisticado estudio que iba más allá de los cálculos de materiales en la construcción y en los que intervenían fórmulas como las de Beljajew o las curvas de Vern O. Knudsen.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Pero como no nos atrevemos a disertar sobre esos asuntos porque lo nuestro es la historia, ofrecemos una serie de planos y fotografías para que nos hagamos una idea de cómo fueron los estudios de la calle Príncipe de Vergara.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En el siguiente plano podemos apreciar la piscina, de 16 m de largo por 12 de ancho y 6 de profundidad.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

El estudio de rodaje era una imponente nave de 30 x 18 m, con una altura de 10 m en su parte más alta, y cubierta con armadura metálica. A 6,50 m corría todo a su largo una galería de servicio sostenida sobre palomillas a la que se accedía por cuatro escalas de acero situadas en las esquinas y sujetas a los muros.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

La siguiente fotografía nos muestra la instalación en pleno rodaje. Sin duda, a tenor de los focos que penden de la estructura y a pesar de los métodos de ventilación de los que ya hemos hablado, las sesiones de rodaje eran sofocantes.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Sobre ese tema existe una anécdota verdadera de cuando el actor Valeriano León hizo su primera prueba de sonido para Roptence y le valió conseguir el papel principal en " ¡Ese es mi hombre!".
Benito Perojo había insistido a pesar de las dudas de Valeriano, quien nunca había hecho cine; pero se animó y acudió a los estudios de Príncipe de Vergara.

Se encendieron los focos y Perojo dio la orden de acción, entonces se desarrolló el siguiente diálogo:

Valeriano: - ¿Me vais a tonificar por los rayos ultravioleta?

Perojo: - Te vamos a probar...

Valeriano: - ¿Asado o frito?

(Comenzó la prueba y todo el estudio se desternillaba de la risa)

Valeriano: - ¿Pero, de qué se ríen estos señores?

Perojo: - De ti, porque lo estás haciendo como los propios ángeles...

Valeriano: - Bueno, eso de que lo hago como los ángeles es una figura retórica,

porque en tal caso lo haré como Pedro Botero, el de las calderas,

pues con estos focos y el calor que traigo de la calle,

estoy que me emparedáis en un panecillo y resulto un filete a la parrilla.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En el estudio se utilizaba el más completo y moderno sistema de iluminación de la marca Weinert.
En cuanto al sonido, correspondía al sistema Breusing-Roptence y la cabina de proyección estaba equipada con aparatos Roptence. El camión para exteriores también estaba dotado de aparatos Breusing-Roptence.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935


El laboratorio y la sala de montaje contaban con aparatos y maquinaria de precisión de la casa Unión, de Berlín.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935


Las cámaras toma vistas eran las más avanzadas de la época, de la firma Cinephone, modelos Super Parvo y Parvo.

La ubicación de estas instalaciones sobre el terreno podemos verla en el artículo que Angel Caldito publicaba en Historias Matritenses el 20 de marzo de 2009.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Volviendo al día de la inauguración, el fotógrafo Cortés retrató a la plana mayor de los estudios durante el "lunch" ofrecido en los jardines del palacio aquel sábado de junio de 1935. Entre ellos el director Benito Perojo y el actor Valeriano León.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Casi un mes más tarde, el 27 de julio, los jardines volverán a llenarse de glamur; a las nueve y media de la noche se celebraba un banquete íntimo por la culminación del film " ¡Es mi hombre! " y se rendía homenaje al director, equipo de producción y actores.

En la siguiente fotografías, el actor Valeriano León en un momento del rodaje de la comedia grotesca de Arniches. (No se especifica autor de la estampa).

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En los años 40, Roptence formaba parte de los cinco estudios cinematográficos más importantes de Europa; los otros eran CEA, Ballesteros, Chamartín y Sevilla Films.

La siguiente fotografía es entrañable y curiosa; en ella podemos ver a la poetisa y maestra Carmen Conde, figura más representativa de la generación del 27, trabajando de " minutera" para el film " Ana María" en 1943.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En mayo de 1949 había fallecido D. Ernesto González Bernaldo de Quirós, decano de los distribuidores cinematográficos y presidente del Consejo de Administración de Roptence. Al año siguiente llegará el abrupto declive.

En octubre de 1950, en la Magistratura nº 3 del Palacio de Justicia Laboral una treintena de artistas de cine presentaban demanda contra Roptence Sociedad Anónima. Reclamaban 902.032 pesetas, cantidad correspondiente a la diferencia entre lo pactado contractualmente y lo percibido por los artistas, entre los que se encontraban Sara Montiel, Fernando Rey, José Jaspe, Rafael Luis Calvo, Manuel Requena, Alicia Romay, José María Lladó y otros.
Del total reclamado, 215.000 pesetas correspondían a lo demandado por Manuel Mur Oti, director del film " Wolfram".

No era la única empresa cinematográfica que atravesaba dificultades económicas. De todas las existentes en España, en 1951 sólo CIFESA mantenía una producción constante.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En junio de 1955 los estudios denunciaban el robo de cables y otros materiales valorados en 16.000 pesetas. El suntuoso edificio por el que habían pasado renombradas estrellas del séptimo arte nacional se venía desmantelando poco a poco desde 1950.


Así como se inauguró y dejó a lo largo de su existencia grandes producciones madrileñas que hoy forman parte de la historia del cine español, también agonizó y sucumbió.
Su espacio fue ocupado por el también mítico Cine Mola, y más tarde por la Sala o discoteca Jácara, donde el 20 de octubre de 1988 Nacha Pop se despedirá de su público por primera vez. El 26 de octubre de 2007 lo hará por segunda y última vez en el Palacio de los Deportes. Jácara ya había desaparecido en los 90.


En nuestro proceso de investigación hemos encontrado un importante listado de películas en las que interviene el estudio Roptence. No en todos los casos se trata de producción propia. Algunos títulos llevan enlace a YouTube.

1935
¡Es mi hombre!
La hija de Juan Simón
Rosario la Cortijera

1937
En busca de una canción

1940
El milagro del Cristo de la Vega
Don Floripondio

1956
Un abrigo a cuadros
Minutos antes

Aparato sonoro Roptence
El viernes 14 de agosto de 1931 en el cine Maravillas se presentaba el modernísimo " aparato sonoro" ROPTENCE, de fabricación madrileña y creación de Antonio F. Roces y Miguel La Puente.
La sala de exposición y demostración estaba ubicada en la calle Cardenal Cisneros, 69.

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

En nada era comparable con los sistemas de sonido extranjeros y su calidad superaba al precio, que al ser de producción nacional lo hacía más económico. Así, en 1932, se decía del Roptence:

"[...] ha llegado a un grado de perfección que nada tiene que envidiar a las casas más importantes de Europa y América pues el éxito obtenido ayer [se refiere a la reapertura del cine Goya de Puente de Vallecas (15 de septiembre de 1932)] de los ya tan acreditados como populares marca ROPTENCE es de los que no puede, ya no igualarse, sino superar ninguna otra firma de las conocidas hasta la fecha." [La Libertad XIV (3.898) Madrid, septiembre de 1932]

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935


Las fotografías de los aparatos posiblemente correspondan a Díaz Casariego (no se especifica en las publicaciones).

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935


El sistema había sido instalado con anterioridad en su versión portátil en el Petit Casino de San Sebastián.

En septiembre de 1932 se publicitaba en La Voz de Asturias:

Estudios cinematográficos Roptence. Madrid, 1935

Y así finalizamos la historia de Roptence, uno de los estudios cinematográficos que hubo en Madrid y cuya reputación llegó hasta Hollywood, aunque nunca lograron prosperar los lazos comerciales.
Roptence fue la empresa más involucrada en la transición del cine mudo al sonoro, prueba de ello es el sistema patentado del que hemos hablado; por eso la hemos elegido como referente de la producción cinematográfica madrileña, sin ser menos los otros estudios que existieron en nuestra ciudad.

Eduardo Valero García, autor-editor de Historia Urbana de Madrid,



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