Europa mestiza

Ayer ví en CNN+ una entrevista que hicieron al politólogo y filósofo Samí Nair, un hombre muy interesante que tuve el privilegio de conocer hace unos años. Se centró su intervención en analizar la dificultad que, en general, tiene Europa para  gestionar adecuadamente los flujos migratorios y como esto es de vital importancia de cara a la estabilidad de la zona.
Apunta Nair que los inmigrantes no son tratados como ciudadanos de pleno derecho, sino como "objetos mercantiles". Para que sean considerados "ciudadanos a parte entera",  es necesario tener claro cuales son sus derechos y también sus deberes.
En el contexto europeo se dan dos supuestos que definen la "identidad europea", palabra por cierto siempre compleja a la par que polémica.* la separación de lo espiritual y lo temporal* la igualdad de derechos entre hombre y mujer
Para establecer de forma clara este catálogo de derechos y deberes, es  preceptivo que los estados sean neutrales y que ninguno deba ser rehen de una determinada religión, algo que en España en absoluto se cumple e incluso, según la opinión de Sami Nair, en Francia tampoco, aunque en menor grado. Señala que "Francia no es laica, sino catolaica".
Después de ver la entrevista me volvió la preocupación porque es cierto que si no se consigue la integración de pleno derecho, estallará un gravísimo problema, una profunda crisis aún más fuerte con la actual crisis económica. 
A pesar de la reciente expulsión masiva de los gitanos rumanos, ocho mil, por parte de Sarkozy, veremos que esto no servirá para detener la inmigración y también veremos como se incrementará la inmigración del África subsahariana que tiene un nivel de pobreza muy elevado y un crecimiento demográfico fortísimo. 
Me pregunto cómo se va a resolver el problema y si los altos mandatarios creen que con la expulsión van a resolver los flujos migratorios mundiales de personas que viven en la periferia de la estabilidad y que sólo buscan un espacio para sobrevivir. No se conseguirá así resolver el problema porque el que nada tiene, tampoco pierde por intentar un miniespacio para su supervivencia.
No parece tranquilizador las decisiones que toman algunos países europeos en relación con la inmigración, léase Sarkozy, las últimas declaraciones de la propia Merckel, el inefable Berlusconi, y lamentablemente algunos más. 
Es el problema enorme del futuro, ya casi presente, mientras no aceptemos la existencia real de la "Europa mestiza"