En una situación Europea sin precedentes en lo que en materia terrorista se refiere, España se señala -de nuevo- de cara al resto de países serios de la UE. Y es que a pesar de ser más que evidente el avance en el viejo continente de yihadistas e islamistas radicales capaces de sembrar el pánico en cualquier momento y en cualquier lugar, nuestro Gobierno antepone sus intereses electorales a cualquier acción encaminada a erradicar la base del problema.
Es preocupante que duda cabe, que los encargados de velar entre otras cosas de nuestra seguridad, escondan la cabeza bajo el ala esperando "no hacer mucho ruido" que les haga perder aún más votos de los que perderán debido a diversas malas gestiones que han hecho perder la confianza de muchos de sus potenciales votantes.
La cosa se pone aún peor cuando uno escucha declaraciones de la otra parte del pastel como las del PSOE o el fenómeno o fenómenos de Podemos que practicamente vienen a decir que hay que pedir perdón por ir a casa de aquellos que en nombre de Dios se llevan puestos a personas cuyo único pecado era estar disfrutando de una noche cualquier en compañía de amigos o familiares. Y es que de todo hay en la viña del señor o del español, y sino, que se lo pregunten a los que guardaron un minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento de Córdoba por los muertos en el bando yihadista.
La UE y la unión de países es algo entre caballeros que en éste caso toman forma de Estados, y una vez más el nuestro, queda como un auténtico esperpento.
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