Evita las sorpresas usando cuentas de ahorro dedicado

¿No te gustan las sorpresas? A mí tampoco, sobre todo cuando se trata de las finanzas familiares. Si quieres empezar a tomar el control de tus finanzas, es conveniente estructurarlas con el objetivo de que cada mes los gastos sean homogéneos. Para ello puedes usar cuentas de ahorro con un objetivo concreto, la clave del ahorro dedicado.

Un “colchón” en la cuenta corriente no es tan buena idea

Muchas familias mantienen un colchón en la cuenta corriente para cubrir cualquier posible imprevisto, una factura algo más alta de lo habitual, un regalo que hacer, un gasto no planificado.

Esto hace que tengas una cantidad de dinero sin actividad y que no está produciendo nada. Piensa que ese dinero, que normalmente no se usa, podrías tenerlo en una cuenta ahorro. Por muy pequeño que sea el interés que te ofrecen en la cuenta ahorro, obtendrás más de lo que ofrece la cuenta corriente donde tienes el colchón.

¿Cómo pueden las cuentas de ahorro evitarte sorpresas?

Crea un fondo de emergencia

El fondo de emergencia evita que un suceso grave destroce tus finanzas. Ya sea la pérdida de empleo, un periodo de enfermedad grave o cualquier otra situación similar. Debe cubrir los gastos del número de meses que estimes para salir de una de las situaciones anteriores.

Además, el fondo de emergencia es una pieza básica de la estrategia de acumulación de activos, ya que evita tener que malvenderlos en situaciones adversas, lo que acabaría de un plumazo con el esfuerzo realizado durante meses o años.

Organiza una cuenta de gastos anuales

Seguro que a veces recibes de repente un recibo inesperado: el seguro del coche, el seguro del hogar, el IBI, la cuota trimestral de una asociación o la renovación del antivirus del ordenador. Este tipo de gastos, suelen pillarte por sorpresa, descuadrando tus planes mensuales.

Evitarlo es muy sencillo, anota cada uno de esos cobros que no aparecen con frecuencia mensual, calcula el total y divídelo entre 12 meses. Esa es la cantidad que tendrás que apartar cada mes y guardar en una cuenta ahorro, así irás generando algunos intereses.

Para evitar tener que estar pendiente cada mes de los recibos que tienen que llegar, programa una transferencia automática desde la cuenta de gastos anuales a tu cuenta corriente a primeros del mes en que el recibo tiene que cobrarse. Ya está, a partir de ahora no tendrás que pensar en los recibos sorpresa cada mes.

De todas formas, es aconsejable revisar los recibos anualmente, para ajustar posibles subidas de los mismos.

Monta cuentas de ahorro para gastos imprevistos

No todos los gastos pueden controlarse ni prevenirse, hay muchos de ellos que por su naturaleza es imposible planificarlos: reposición de un electrodoméstico que deja de funcionar, una avería importante del coche o, a veces, el regalo para una boda que no habías tenido en cuenta.

En este caso, no hay forma de estimar la aportación mensual que debes de hacer, así que escoge una con la que te sientas cómodo y ve aportándola a una cuenta ahorro mes a mes.

Como estos gastos no aparecen siempre, puede ocurrir que la cuenta crezca mucho más de lo necesario. En ese caso, es útil diseñar una “válvula de escape”.

Por ejemplo, si tienes una cuenta de imprevistos generales, puedes decidir, que alcanzada cierta cantidad, destinarás parte de ella a realizar obras en tu vivienda para mejorarla poco a poco (pintar una habitación, cambiar algún mueble, sustituir una puerta) o a adelantar parte de la hipoteca.

Por un lado tendrás la tranquilidad ante incidentes inesperados y, si, por suerte, no ocurre nada, podrás mejorar tu situación.

Pon en marcha cuentas de ahorro para gastos extraordinarios

Por mucho que desees que tus gastos sean más o menos iguales cada mes, siempre hay periodos donde el gasto se dispara. Vacaciones, navidades y otras festividades son periodos en los que sueles salir más a tomar algo con amigos o realizas más compras.

Estima cuánto es el extra que quieres tener en cada situación, repártelo por igual entre los meses del año y ve guardándolo en cuentas de ahorro destinadas a cada fin.

Cuando llegue el momento, retíralo y disfrútalo. Ese dinero tiene un único objetivo, pasar las vacaciones con desahogo, así que date el gustazo.

Pero, ¿cómo voy a tener tantas cuentas de ahorro?

Te puede parecer un engorro y puedes pensar que te van a freir a comisiones, pero no es así. Existen algunos bancos por internet que ofrecen sin coste alguno la posibilidad de crear tantas cuentas de ahorro como quieras.