Revista En Femenino
Mi hijo regresa de cada fiesta de cumpleaños con una bolsita llena de caramelos y chupetines. Como premio en el colegio, varias veces, recibe golosinas. En las tiendas suelen regalarle algún dulce.
Consecuencia: una lata llena con una gran variedad de golosinas de diferentes colores y sabores.
¿Qué hacemos con ellas?
En casa no comemos golosinas, así que preferimos darles otros usos. Por ejemplo:
1. Utilizarlas como un juguete más.
Mi hijo siempre las ha usado para jugar. Dependiendo de la etapa, las clasificamos por colores, las usamos para aprender a contar, para cargar trenes o camiones, para jugar a los vendedores...
2. Repartirlas en Halloween.
El año pasado salimos, lata en mano, a la puerta de casa y entregamos golosinas a cada niño disfrazado.
3. Ofrecerlas a nuestros invitados.
Una copa con golosinas en el living puede ser una agradable bienvenida para grandes o pequeños invitados.
4. Convertirlas en souvenirs de fin de curso.
El último día de clases mi niño colocó los caramelos en pequeñas bolsitas que luego repartió entre cada uno de sus compañeros de curso. Fue un bonito detalle y una excelente forma de vaciar la lata (al menos durante algunas semanas).
5. Usarlas como sorpresitas o en la piñata de cumpleaños.
No es una idea que me agrade, ya que no suelo incluir golosinas en los cumpleaños infantiles, pero quizás a ti te resulte práctica.
Estoy segura que en tu casa también hay un exceso de golosinas. ¿Cómo lo manejas?