Excursión por Collserola: Sant Cebrià

l día que publicaba la receta de croquetas os explicaba que para hacer croquetas caseras necesitaba pollo al ast. Para comer en casa pollo al ast, necesitábamos una “excusa” y en este caso fue salir de casa, encargar el pollo e ir de excursión a Collserola sin coger ningún transporte publico. Nos hemos cambiado de casa, hemos pasado de estar en la ruidosa Avenida Meridiana a la tranquilidad de Horta. Hemos dejado de tener siempre un pie en el centro para tenerlo siempre en Collserola. Está claro que hemos ido a mejor pero nuestro piso en la Sagrera siempre será el primero y siempre le tendremos mucho cariño, sí, lo confieso a veces lo echo de menos ;)

Pero bueno a lo que íbamos, subimos por la calle Tajo que después cambia de nombre a Lisboa, seguimos por la Av. de l’Estatut, donde pasamos por un campo donde estaban jugando a béisbol, pasamos por una finca con su huerto super auténtico (no de los modernos), pasamos por Can Travi, cruzamos la ronda y empezamos a subir por carrer de l’Harmonía, hasta dejar el asfalto y pasar a un camino de tierra llamado “Cami de Sant Cebrià“, adentrándonos en el bosque de pinos y encinas hasta llegar a la Ermita de St. Cebrià.

Al principio da como no sé que entrar porque aunque hay carteles diciendo ” se le atendrá debidamente” es como entrar en una casa particular con perro. Pero lo cierto es que el pastor alemán no nos hacía ni caso, más bien nos miraba en plan a qué esperas, así que entramos y mientras estábamos fotografiando la pequeña capilla los anfitriones salieron. Qué grandes y auténticos personajes. Dos hombres, padre e hijo, dispuestos a mostrarte y explicar mil historias. Primero nos hicieron entrar en casa y nos enseñaron el pesebre, con agua, luz y música. Quisieron que jugáramos a encontrar a todos los “personajes curiosos” y nos contaron que cada año un montón de escuelas suben a cantar villancicos. Después nos abrieron la ermita y allí ya nos contaron de todo, quién era Sant Cebrià, cómo fue la restauración de la ermita, qué hacen el día de peregrinación en septiembre… A mi estos “rollos” me molan y al Sr. Lataat le encantan jajajaja… así que allí estuvimos más de una hora, tan a gusto estuvimos que se nos hizo tarde para seguir caminando y llegar a la fuente, el pollo nos esperaba. Pero cap problema, volveremos seguro. Es curioso porque yo estudié en las Salesianas de Montbau (ya no existen), justo detrás del hospital del Vall Hebron, en Sant Genís, una escuela con una ubicación privilegiada ideal para adolescentes totales y para poder respirar un poco de aire puro, pero estando tan cerca nunca fui hasta la ermita. Si no tenéis la suerte de tenerlo tan cerca podéis ir en metro hasta Montbau o con el autobús V21 o con cualquiera que vaya por la ronda. Espero que os guste y si os escapáis no dudéis en contármelo. Petonets, Pd: lo he vuelto ha hacer, como gustaron tanto, le he vuelto a pillar algunas fotos al Sr. Lataat.