Éxito académico: la importancia de los hábitos de estudio.

Mi motivación para escribir esta entrada es la consecuencia de estar recibiendo cada vez mayor número de chic@s, especialmente universitari@s, que acuden a la consulta buscando ayuda ante el fracaso en los estudios.

La mayoría de ellos lo relacionan con un trastorno de ansiedad, porque los síntomas que notan son ansiosos. Cuando empezamos a indagar en el problema vemos que la ansiedad es provocada por unos malos hábitos de estudios.

Antes de continuar quisiera diferenciar entre hábitos de estudios y técnicas de estudio puesto que hay quienes piensan que es lo mismo, pero están muy lejos de la realidad. Los hábitos de estudio son aquellas conductas que los estudiantes practican regularmente como los horarios, la metodología de estudio, planificación del tiempo, organización del ritmo, orden y limpieza del material, condiciones ambientales, entre otras. Dentro de los hábitos están las técnicas de estudio; es decir, un buen hábito de estudio sería utilizar las técnicas que son por ejemplo, el subrayado, saber hacer resúmenes, elaboración de esquemas, reglas para mejorar la memoria, etc.

Cuando hablamos de mejorar el estudio muchos creen que consiste en aprender a hacer resúmenes, es decir, se centran solo en las técnicas, obviando los hábitos siendo estos últimos los mejores predictores del éxito académico más incluso que la inteligencia y la memoria.

Estamos en el segundo trimestre y aún podemos remontar el curso y conseguir el máximo rendimiento pero para ello debemos ser consciente de varios aspectos:

Primero, conoce exactamente cuáles son tus hábitos de estudio y como puedes mejorarlos. Segundo, trabaja la actitud y el autoconcepto, cómo te ves ante el estudio, si te sientes o no capaz. Tener una buena actitud nos ayuda a desempeñar con más eficacia la concentración y el estudio. Y tercero, mantén la calma y recompensa cada avance que hagas por pequeño que sea. Las recompensas son una manera sana de incentivar los hábitos de estudio.

Está comprobado científicamente y experimentalmente que las personas que mejoran sus hábitos de estudio aumentan considerablemente sus éxitos académicos. Ahora viene una pregunta muy común, ¿es que Pepita estudia en la cama y saca buenas notas? Como siempre hay excepciones y habría que indagar su capacidad, su contexto pero nada nos niega que si Pepita tuviera buenos hábitos de estudio sacaría notas mucho mejores.

Para finalizar, resaltar que estamos proyectando un nuevo taller sobre hábitos y técnicas de estudio, del que os mantendremos informados en unos días. Hemos visto necesario impartirlo especialmente en estas fechas para mantener la motivación. Y además, recalcar que recordéis que lo que determina nuestro buen desempeño académico es el tiempo que dedicamos y el ritmo y la calidad que le imprimimos a nuestro trabajo.