Revista Cultura y Ocio

Expedientes. Kate Atkinson

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Expedientes. Kate Atkinson
     "¿Hasta qué punto fue cuestión de suerte? Una ola de calor en plenas vacaciones escolares, justo cuando tocaba. Cada mañana el sol se levantaba mucho antes que ellos, burlándose de las finísimas cortinas que pendián lánguidas ante las ventanas del dormitorio; un sol que ya prometía ser ardiente y pegajoso antes siquiera de que Olivia abriese los ojos. Olivia, tan fiable como un gallo, siempre la primera en despertar, por lo que nadie en la casa se había preocupado en utilizar un despertador desde su nacimiento, tres años antes."
     A veces sucede que leemos libros hace tiempo y, de repente, ya sea porque empezamos a ver al autor en las mesas con una novedad, o porque parece ser víctima de una moda que se empieza a leer en nuestro entorno, los recordamos casi por sorpresa. Por no hablar siempre de novedades o clásicos y recordar el amplio abanico de títulos que salen cada año, muchos de los cuales quedan olvidados, y algunos injustamente olvidados, hoy traigo a mi estantería virtual un título de hace ya un tiempo pero que merece la pena rescatarse para pasar un par de tardes invernales. Hoy traigo, Expedientes.
     La novela presenta capítulos que se miden en personas. Con un comienzo impactante, en apenas 50 páginas nos abre tres expedientes en teoría dispares en los que tres familias quedan profundamente fragmentadas por un hecho traumático que, además, quedó sin resolver. Ya desde el primer caso que nos habla de una niña amada por todos que desaparece, sabemos que la historia va a funcionar, nos apena soltar ese "expediente", está bien escrito y la autora ha conseguido dibujarnos a los personajes. Otro caso es el de otra niña también la más amada, que muere ante su padre de forma violenta, desgarrador igualmente, certero. Y el último será tan brusco y feroz como el hacha que aparece en él. A partir de ellos, y pese a que sabemos que ha pasado mucho tiempo desde que sucedieron, la autora nos presenta a "el cuarto en discordia", su protagonista, el detective Jason Brodie. Un hombre que se ciñe al papel de detective infeliz con matrimonio deshecho y que lucha por su hija, para justificar ese halo de desencanto con la vida casi melancólico. Es más, Expedientes es la primera novela de la serie protagonizada por el propio detective, pese a que cuando uno llega al final de la historia tiene la sensación de estar ante un libro totalmente autoconclusivo.
     La narración es pausada, con violenta que en ningún momento llega a ser explícita u ofensiva y una carga psicológica tremenda que va desde los propios casos y sospechas, hasta la relación que la autora nos permite tener con cada personaje, destacando en este punto Amelia y Julia, hermanas de la niña desaparecida en el primer expediente. De hecho, y pese a ser una novela de detectives, me ha parecido estar ante una etiqueta mucho más general: narrativa, ya que es su gran punto fuerte. Atkinson tan sólo decae aproximadamente a mitad de la novela, momento en el que se deja tentar por hacer una novela negra al uso, pero del que se recupera rápidamente. En cuanto al resto de personajes, el abanico es tan amplio y variado como realista. Capitaneados por Brodie nos conducen por una historia tortuosa en la que la autora no espera al final para comenzar a dar golpes de efecto a un lector incapaz de no mirar. Golpes que se suceden con preciosión matemática para no dejarnos apenas recuperar el aliento. Y, si lo hacemos, que sea únicamente para pasar página.
     Descubriremos lo que esconden las familias, las miserias, los temores, veremos a padres que se desnudan para dar a conocer a su hijo favorito sin que el otro haya hecho nada para merecerse no serlo, y también que la muerte puede llegar... bueno, puede llegar en cualquier momento con los detonantes más pueriles (si es que hay alguno que no lo sea y justifique un asesinato, que yo creo que no).
     Con un ritmo que aumenta paulatinamente a medida que avanzamos en la historia, esta vez no me limitaré a decir que es entretenida, puesto que también está bien escrita. Un placer acercarse a Kate Atkinson y la tentación de repetir, ya sea o no con su detective Brodie. Y por cierto, la resolución es justo como debería de ser. No os digo más para que seáis vosotros mismos quienes descubráis qué hace que tres antiguos casos aparezcan de repente ante un detective privado con un hogar destrozado. Tal vez sea simplemente la vida...
     Y vosotros, ¿cuál ha sido vuestro último detective favorito?
     Gracias

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