Cuando levanté la vista al cielo y vi esas nubes, me pregunté en qué momento el hombre fue consciente de la belleza. El instante preciso en la humanidad, en que el “Homo” pertinente tuvo conciencia de la belleza…El impacto debió ser brutal…
El cielo ofrece mucha, mucha belleza. Las estrellas, la luna y los planetas en la noche. Las nubes y el color durante el día…En lugares concretos del planeta, la aurora boreal o el reflejo de las nubes y el cielo en un salar, en un mar o en un lago.
O en un atardecer en el Alt Empordà…
Todas esas cosas, crean una experiencia sensorial que produce un sentimiento de satisfacción y placer.
Esa es la definición de belleza…