Exposición de Andrés Mérida

“La inconfundible obra de Andrés Mérida ha desembarcado en la galería Benedito, después de demasiado tiempo en el que éste autor no exponía en Málaga. En este reconocido espacio de calle con nombre de pintor, se ha producido una inundación inusitada de color. Los flacos y flacas, que lo caracterizan, se han apoderado de sus paredes, con toda esa estela de noctambulismo que arrastran, con toda esa onda de centrifugado del tipismo, de cierto cubismo picassiano y de ese azul del cielo que lo vio crecer que conjuga también con la bohemia de sus personajes, sin ser de Montmartre.

En esta recopilación de unas treinta obras del pintor malagueño se puede bucear en un pincel especialmente figurativo, que indaga y está interesado en la personalidad y la psicología humana, de unos protagonistas que son artistas en muchos casos y que en otros son especiales por su soñadora esencia, por su ‘asocialidad’.

Es el caso de esa miniserie llamada 'Las locas', donde Andrés Mérida quiere fijar su mirada por simple sintonía y cariño con esos mundos interiores complejos. "Hace mucho tiempo pinté a una de estas personas, que a menudo hablaba sola por la calle y levantaba los brazos al cielo quejándose a gritos. De aquella vez me quedó el interés y ahora es una constante de la que nacen estas tres personajes", recordó del tiempo en que no tenía tantas horas para dedicarle a la pintura, y caminaba más por la acera de los ‘normales’ del negocio familiar, Almacenes Mérida.

Esos seres especiales, también comparten acera y muro con los artistas;flamencos y toreros que han poblado sus lienzos desde hace mucho tiempo y que le han hecho ser reconocido por ambos gremios, un público internacional muy fiel y participar en numerosos proyectos originales de la mano de los mismos. Desde ser el decorador de la corrida picassiana a tratar de captar la esencia de un concierto de guitarra flamenca en plena actuación, como provocó ante el tocaor Daniel Casares.

"Aunque estoy tratando de que se me reconozca más allá de mi pintura de toreros. No reniego de estas tradiciones y estoy orgulloso de ello. Aquí he querido también acercarme a mis flamencos –estoy escuchando mucho a Estrella Morente para inspirarme– y otros personajes como puede ser 'El alquimista', más en el territorio de la abstracción o los sueños", relata con devoción.

Esta inquietud por reciclarse, por cambiar los formatos, por remover las formas, pero sin perder un estilo, han hecho de Andrés Mérida un tipo sobre todo querido y distinguido en capital de la Costa del Sol y en lugares tan exóticos y apartados, los unos de los otros, como China o Nueva York, por donde también ha paseado su obra.

Sobre su redundancia en estos mundos, que en algunos casos son atacados por prejuicios intelectualoides, menospreciados por populistas, Mérida defiende que "algunos culturetas simplemente no los conocen, tienen sensibilidad o saben interpretar estos mundos y les parecen temas trasnochados, pero a mi me parecen muy interesantes para ser representados", reconoce desde su genuineidad.

Además, este sello le ha hecho traspasar fronteras y ser por ejemplo un artista muy querido y apreciado en México donde el desborde de sus colores rima mucho con el paisaje y la tradición muralista azteca. «Por lo pronto, aquí en la Galería Benedito, la acogida ha sido muy buena. He vendido más de lo que esperaba y con la que está cayendo», confesó.

Su vida como la de otros pintores son pinceladas en claroscuros. Sin tanto rosa como se piensa. "A veces te tiras semanas que no vendes. La subida del IVA no nos ha beneficiado, menos a los que no hemos vivido nunca de las subvenciones", lamenta.”

Francis Marmol, en El Mundo