Extereotipos

Por desgracia ya he escrito sobre esto en mas de una ocasión, pero hay que seguir escribiendo porque los malditos estereotipos seistas siguen estando a la orden del dia… Una vez y otra y otra vez tambien

Vayamos a donde vayamos siempre encontraremos al típico macho ibérico que se cree mas que cualquier mujer y despues no es nada.

Hay muchas cosas que me molestan y una de ellas es el machismo. No puedo con ello. Las típicas fiestas de pueblo donde el lugar de la mujer está en las labores domésticas mientras el hombre si divierte, los típicos comentarios asqueroso en deportes como el futbol hacia las mujeres.  La típica frase “mujer tenias que ser” ….. El hombre que quiere parece justo e igualitario pero que en realidad no lo es y que dice: ” ni machimos ni feminismo, todo igualdad” MENTIRA porque no lo siente…. El típico que dice “Yo ayudo a mi mujer”….. Y la palabra tan de moda:” femminazi” que cosa mas fea. Típico calificativo del hombre con complejo de inferioridad a los que les da miedo las mujeres con determinación y seguras de si mismas…. Ojo que tampoco puedo con el feminismo radival, para mi no hace msa que ponerse a la altura de los macarras de los machistas

Por desgracia seguimos ahi, con los mismos estereotipos de siempre que dejan a la mujer a la altura del betún y la “cosifican”…. es decir , las típicas rutinas de cada dia en las que la mujer es tratada como un objeto

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1. En la casa

Que un hombre lave los platos no debe ser un motivo de alabanza o alarde; es una tarea que ambos pueden realizar. No existen roles en el hogar para él o ella. Ambos pueden cuidar a los niños y limpiar la casa.

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2. En la cama

La sexualidad sigue siendo un espacio en que se pide al hombre ser experto y a la mujer  ignorante o agazapada pero con el encargo de “estar siempre dispuesta”. No es cierto, la mujer es también una persona sexual y tiene derecho a vivir su sexualidad con plenitud. Nadie está al servicio sexual de su pareja, ambos están el uno para el otro.

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3. En la carretera

Muchos siguen pensando que este es terreno sólo de hombres y que las mujeres usurpan el lugar de ellos frente el volante. Falso.  Las mujeres son tan capaces como los hombres de manejar vehículos y cualquier tipo de maquinaria.  No repita nunca expresiones como: “¿Por qué va tan despacio? Parece vieja manejando”. O, “No es por nada, pero tenía que ser una mujer”. Eso es machista.

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4. En la elección profesional

No están establecidas profesiones y oficios exclusivos para mujeres o para hombres. La enfermería no es sólo para mujeres, y la medicina e ingeniería sólo para hombres.  Elija y deje elegir a las personas su carrera profesional en base a sus gusto y afinidades, no en base a estereotipos y mitos.

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5. En el trabajo

Hay que entender que no está mal que una mujer sea su jefa u ocupe un puesto de mando. Las capacidades no están definidas por el género. Personalidad, experiencia preparación

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6. En la fiesta

Los ambientes nocturnos son otro espacio que popularmente se dice que es de los hombres. En el caso de las mujeres se cuestiona su integridad si deciden salir y divertirse con sus amigas. Salir a divertirse es algo sano y a lo que tenemos derecho todas las personas.

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7. Con los grupos de amigas

No refuerce la idea que una mujer está incompleta sin un hombre.  Si una amiga tiene más de 25 años y ha optado por la soltería, no repita frases como: “diay, ya la dejó el tren”.

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8.  En las actividades de esfuerzo físico

Como hombre o mujer no siga reproduciendo frases que son comunes en el deporte, tales como: “Juegue como un hombre”, o, “Es que esos maes son unas perras”. Estas expresiones bastante populares, descalifican mediante la feminización de lo negativo, y a la vez le otorgan superioridad al género masculino.

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9. Con sus hijos

No refuerce estereotipos de vestimenta o afinidades. Si a una hija suya le gusta el azul y jugar al fútbol, no la corrija diciéndole frases como: “a las niñas les debe de gustar el rosado y jugar con barbies” . Sólo estaría imprimiendo el machismo en sus hijas e hijos pequeños.

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10. En su vocabulario en general

Elimine de su vocabulario diario expresiones que comparan actitudes, gestos, formas de vestir u otros aspectos con formas de actuación estereotipadas para hombres y para mujeres. Estas frases llevan implícitas descalificaciones, sexismo, homofobia y otras formas de discriminación. Por ejemplo: “qué marimacha”, “parece una vieja reclamando”, “Diay no seas tan loca” (dirigido a un hombre).
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