Revista Cultura y Ocio

Extracto de The Forbidden by Jodi Ellen Malpas

Publicado el 02 agosto 2017 por Annagrey
Hola mundo!
Ayer fue nuestro aniversario!!!
y celebramos y bailamos y bebimos ...bueno no, pero no fue por falta de ganas... en fin.solo me queda decir muchas gracias por un año. mas yyyy lo que nos esperan!
Ahora....a lo que les interesa....
Hace algunos dias Jodi regalo un pequeño adelanto de su nuevo novela: The Forbidden....
y bueno aqui les traigo su traduccion, disfrutenla!
30364190Titulo: The ForbiddenAutor: Jodi Ellen MalpasFecha de Publicación: Agosto 8Idioma: InglesSinopsis:
Annie nunca ha experimentado la “chispa” con un tipo, esa química instantánea que te hace débil en las rodillas. Es decir, hasta que una noche se pone cara a cara con el peligroso y misterioso Jack. No es sólo una chispa que se enciende entre ellos. Es una explosión. Jack promete consumir a Annie, y él cumple plenamente con esa promesa.Abrumados por la intensidad de su noche juntos, Annie se escapa de su habitación de hotel. Está segura de que un hombre que ha tenido un impacto tan poderoso en ella debe ser peligroso. Ella no tiene idea de que pertenece a otra. Que está prohibido.
Booktrailer:

Extracto
Manteniendo los ojos en los míos, llama al barman. -Dos tequilas, por favor.
-Tequila,- estudio, mirando por encima del hombro cuando la sal y el limón aterrizan detrás de mí. -¿Ese es mi desafío?
-¿Llorar? -le anima, metiendo la mano en el bolsillo y sacando unas notas.
-Nunca,- me burlo, mirando en el bar. No sé cuál es su juego, pero quiero jugar. Con él. –¿Me estás pidiendo que pruebe que estoy sobria tomando un trago?- Estrecho mis ojos sobre él, burlándose. –¿O es tu plan para emborracharme y tomar ventaja de mí?
Él sonríe a sí mismo mientras paga al barman. -No pareces el tipo de mujer de la que se pueda aprovechar.
-¿A qué clase de mujer me parezco, entonces? -pregunto en voz baja.
Se vuelve hacia mí, observándome unos instantes. -No lo sé, pero creo que me gustaría saberlo.
Sostengo su mirada por unos segundos, sin obtener respuesta. Creo que quiero que se entere, también, tanto como yo quiero averiguar qué clase de hombre es él. Mis ojos caen de sus ojos grises brillantes, por su alto y delgado cuerpo al marco de sus pies.
Oh… joder…
-Vamos a jugar-, moviéndose más cerca y tirando de uno de los vasos hacia adelante. No es mi intención, pero retiró bruscamente mi brazo cuando me roza, sobresaltada por las punzadas de placer que palpitan en mi piel. El tacto fugaz me dice que se sentiría tan bien como parece, y -dame fuerza- huele a lo divino, todo varonil y terroso y jodidamente comestible.
El repentino lapso en el movimiento y el hablar de los dos se convierte en un poco incómodo. Puedo sentirlo mirándome.
-¿Qué tengo que hacer? -pregunto de nuevo en voz baja, casi con un grito ahogado.
Se aclara la garganta. -¿No estás borracha?
-Ni siquiera un poco.- Levanto mi nariz en el aire.
-Bueno. A continuación, romperás este desafío por primera vez.- Él coloca un dedo en elBorde de uno de los vasos de tiro. -Apoya las palmas de las manos en el borde de la barra- ordena, firme, pero suavemente. Lo miro, encontrando una cara seria. –Seguimos.
Frunciendo el ceño, pongo mis manos en el borde del bar. –¿Bueno?
Él toma mis caderas. ¡Él toma mis caderas! Me congelo de arriba a abajo y trago duro, esperando. Mis entrañas se enrollan rápidamente, mi mente en el caos.-Retrocede un poco-, dice, tirando de ellas un poco hasta que retrocedo.
Oh Jesús. Estoy prendida. Tengo un hombre extraño que me dobla sobre un bar en público, y yo, Annie Inmune a los hombre Ryan, no lo está rechazando. Es como si me tuviera bajo un hechizo. ¿Que da? No me atrevo a mirar detrás de mí. No soy lo suficientemente estúpida como para pensar que Lizzy no está viendo a un hombre manipular mi cuerpo donde él quiere.
-Te sientes tensa-, observa, soltándome y volviendo a mi lado.
No lo niego; Tampoco lo confirmo. Sus manos grandes se sentían tan bien descansando en mis caderas, tanto así que tengo que resistir no reclamarlas y ponerlas de nuevo dónde estaban. –¿Qué pasa ahora?- Pregunto, evidentemente luchando por el aire, maldita sea.
-Ahora.- Él coge su cerveza y sonríe. -Me pongo a regocijarme de que te tengo dobla sobre un barra a los cinco minutos de haberte conocido.- Toma un trago, todavía sonriendo, y oigo el rugido de un hombre por la barra partiendose de risa.
¡Ay, hijo de puta! Parte de mí tiene admiración. Otra parte de mí quiere darle una bofetada estúpida; No me importa lo hermoso que sea. Y otra parte de mí quiere arrancar sus ropas de su cuerpo y violar al bastardo astuto.
No puedo creer que me enamoré de él! ¿Con cuántas mujeres ha jugado manipulandolas? Dejo caer la cabeza, sacudiéndola.
Sabía que esa sonrisa era peligrosa. Un hombre que puede doblar a una mujer a su voluntad tan fácilmente y tan pronto no podría ser nada menos que letal. Y el hecho de que él me consiguió con su malvado juego significa el sombrero ante él. No puedo quitarle eso, y como me falta en el departamento de la dignidad en este momento, decido no darle una bofetada. Tampoco le daré una copa por encima de su cabeza, ni le dispararé una carga de insultos verbales.
Haré lo que menos espera.
Me levanto y me vuelvo para mirarlo, incapaz de detenerme de sonreír a su media sonrisa. Sosteniendo su mirada, lentamente lamo el dorso de mi mano, ciegamente tomo la sal de la barra, espolvoreo un poco, y tomo una de los tragos de tequila. Pero mientras llevo mi mano a mi boca para lamer la sal, él agarra mi muñeca y toma el trago de mi otra mano. Mi latido del corazón se acelera, nuestros ojos se pegan el uno al otro mientras se mueve hacia mí y lentamente me lleva la mano a la boca. Miro, agarrada, mientras lame lentamente la sal del dorso de mi mano, los ojos en los míos, y luego toma el tequila. Mátame ahora, porque ciertamente si muero seria una mujer feliz. Su lengua en mi piel. Sus ojos clavados en los míos. Su agarre en mi muñeca. Debo parecer una estatua, incapaz de hablar, moverme o pensar claramente.
-Hay un tequila más-, dice, inclinando la cabeza hacia la barra, pero manteniéndome en su punto de mira. –Y es tuyo.
Oh, buen señor. Mi corazón se acelera al segundo mientras lo veo lamer el dorso de su mano y espolvorear un poco de sal. Luego me la ofrece. Miro su mano, y luego lentamente lo miro. Podría perderme en esos ojos grises y relucientes.
-Tengo buen sabor- susurra.Extracto de The Forbidden by Jodi Ellen Malpas
Que les parece?? quien ya lo quiere?traducion de Book lover always

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