Revista Música

Fabián toca el cielo de Oviedo

Por Fran_desesperado
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Tendrá que pasar mucho tiempo para que se olvide en Oviedo lo que ocurrió en la noche del pasado sábado. La emblemática sala La Calleja la Ciega sirvió de escenario a un Fabián que, por fin, puedo reencontrarse con un público al que había dejado enamorado en su anterior visita. En aquel septiembre, pudo comprobar que el respetable asturiano es aparentemente frío, pero muy fiel desde el momento en que se le conquista.

Algo de eso debió de experimentar Alex Ferreira. El artista dominicano residente en Madrid, se subió por primera vez a un escenario ovetense una hora antes de que le llegase el turno a Fabián. No era una tarea sencilla, pues con un disco recién sacado al mercado, muchos eran los que apenas conocían a fondo sus canciones. Empezó con su nuevo single, Rómpase en caso de Incendio, para después seguir dando pequeñas pinceladas a ese recién estrenado Un domingo Cualquiera. A sus 27 años, ya son muchos los que lleva dedicados a este oficio y sabe perfectamente cómo levantar los ánimos de la sala. Los primeros guiños, alabando las excelencias de la ciudad, no sirvieron de mucho a un público que estaba más pendiente de conocer a quien estaba sobre las tablas que de otras cosas. Tuvo que llegar una magnífica versión de ‘Al lado del camino’ para que la sala se emocionase ante su canto lleno de furia y desgarro, apoyado incluso por alguno de quienes abajo escuchaban, como un emocionado Pablo Moro que parecía estar ante una de sus canciones favoritas. A partir de ahí el ambiente fue mucho más distendido. Ferreira prosiguió con su repertorio al que todavía le quedaban sorpresas, como una celebrada versión de Atrévete te te de Calle 13 en el final de Dije lo que dije. Ya con el ambiente totalmente caldeado, Ferreira pudo dar fin a un concierto aprobado notablemente para dar paso al esperado Fabián.

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El leonés no necesitó de mucho esfuerzo para tener a la gente totalmente entregada. Enseguida, las sonrisas de felicidad, y el brillo en los ojos de la emoción, se dibujaron en las caras de todos los presentes, que no hacían nada por disimular que lo que allí estaban viendo era para ellos algo más que un simple concierto. Algo también tuvo que ver el teclista de lujo con quien esa noche se hacía acompañar, ni más ni menos que Alfredo González, a quien con orgullo le gusta decir “soy el teclista de Fabián”. La complicidad entre ambos era evidente para todos los que estábamos ahí. No hay que ser muy imaginativo para adivinar las genialidades que saldrían de ambos encerrados en un mismo estudio de grabación. Más bien, lo raro sería que todavía no se lo hayan planteado.

Fabián abrió con tres canciones de su anterior álbum ‘Espera a la primavera’ para después dar paso a la entrañable ‘Palabras raras’, primer corte de su último disco Adiós Tormenta. Siguió así combinando emociones hasta llegar a Lugares, quizás la que mejores imágenes logra de todas y en la que la presencia de Alfredo González resultó fundamental. Y de qué mejor forma puede acabarse un concierto sino es con la presencia de Alex Ferreira y de Pablo Moro, quien supo dar con el tono perfecto de la entrañable La siesta de los perros. Aún hubo tiempo para más, pues el público no quería que la noche acabase, obligando a Fabián a hacer un bis en el que incluyó la acertada versión de Todo lo demás de Calamaro. No termino aquí la noche, pues le siguieron los autógrafos, fotos y demás rituales, que hacen de este pequeño rincón de Oviedo, La Calleja la Ciega, el lugar donde los sueños se hacen realidad.

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