La voracidad de Facebook y sus ansias por abrir nuevas áreas de negocio parece no tener fin. Después de comprar Oculus y WhatsApp, quiere entrar en el mundo de las finanzas permitiendo, desde su plataforma, guardar y transferir dinero online. Facebook desea posicionarse como referencia en las transacciones internacionales digitales.
Recordemos que Google ya dio los primeros pasos en este sentido con su Google Wallet a través de PayPal, con lo cual, no se trata de ninguna novedad, pero sí de la nueva política expansionista de la Red Social más importante del mundo.
A diferencia del buscador Google, Facebook quiere algo diferente, ya que se trataría de una plataforma que permitirá guardar y transferir dinero a través de las compras online, sobre todo mediante la utilización de dispositivos móviles. La idea de Facebook radica, fundamentalmente, en invertir sus esfuerzos y orientarlos hacia las economías emergentes, ya que en estos países el nivel de implantación de cajeros y entidades financieras está muy por debajo de los países desarrollados. Partiendo de la base de que, a diferencia de esto último, los teléfonos móviles sí están más que presentes en los países en vías de desarrollo.
Facebook quiere tener como aliado para este proyecto al Banco Central de Irlanda y, aunque no es prioritario, también tiene como objetivo a los inmigrantes -varios millones de personas- que hay en Europa Occidental. De esta forma, Facebook también podría "maquillar" uno de sus principales problemas de imagen entre los usuarios, su poca o nula confianza entre estos en aspectos como privacidad y seguridad.
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