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Fallece el jerezano pepe castro: "el fútbol de verdad es el de los niños"

Publicado el 22 agosto 2012 por Jmporense @futbolbaseymas
 EL fútbol jerezano se ha quedado huérfano. El de Jerez y su comarca. La cantera del Gran Jerez está de luto porque nos ha dejado Pepe Castro, paternero de Jerez, alma mater y clave de bóveda de esa ristra interminable de partidos de chavales que comienzan los viernes y acaban los domingos. 
 Ligado al fútbol desde 1963, primero como directivo del Xerez Balompié y luego delegado en Jerez de la Federación Gaditana de Fútbol -desde que Antonio López Lara tuvo que dejar el cargo de delegado por motivos profesionales-, Pepe Castro ha sido uno de los artífices del crecimiento del fútbol base jerezano, trabajando codo a codo con los clubes y otros estamentos. Prácticamente todos los chavales que hayan jugado en los últimos tiempos en Jerez -huelga decir que entrenadores, árbitros y directivos también- conocían a este jerezano de aspecto bonachón, siempre amable, dispuesto a dar un consejo o una palabra de aliento detrás de su bigote y por supuesto con su inseparable sonrisa. 
 Recuerdo que cuando no había internet se pasaba los jueves por la redacción a traer los horarios de la cantera y siempre tenía a mano un chiste, un chascarrillo o una risa para hacer agradable su visita, en la que aceptaba y devolvía bromas con su tremenda humanidad. Siempre que le preguntabas cómo estaba, respondía lo mismo: "Más viejo y más gordo, ¿no me ves?" y ahí te arrancaba la primera sonrisa mientras él soltaba su habitual carcajada. 
"Mi sueño es hacer desaparecer las clasificaciones. Se me ponen los pelos de punta cuando veo un acta con un quince a cero", repetía en las entrevistas que le hacíamos casi todos los veranos para que hiciera balance de la temporada. Y en todas repetía lo mismo: la foto, con su equipo de colaboradores: "Sin ellos sería imposible sacar esto adelante". 
Pero Castro, pese a su aspecto bonachón, también se ponía serio cuando hacía falta, por ejemplo al hablar de cantera. "Por desgracia hay padres que en lo único que se fijan es en los resultados de sus hijos y creo que deberían mentalizarse de que el fútbol base no es eso. A nadie le gusta perder, pero de eso a convertir en una tragedia una derrota media un abismo". 
Por eso subrayaba que "para mí, el fútbol se termina en los juveniles. Mi fútbol es hasta cadetes. A partir de ahí sólo hay intereses" y desde su cargo federativo tenía claro cuál era el mensaje que quería lanzar: "El fútbol es educación, no sólo jugar a la pelota. Y es una cosa que le digo a los entrenadores cuando sólo quieren ganar partidos. No es así. Somos educadores de los niños pero para eso tenemos que estar preparados y no ser egoístas en cuanto a resultados. Los niños principalmente deben pasarlo bien y dejar a un lado el resultado, porque eso es secundario". 
Sincero y directo, Castro no se cortaba a la hora de dar un toque de atención a los mayores: "Los niños son esponjas y por ello adoptan el mismo comportamiento de sus padres hacia el arbitraje del partido", y es que si los árbitros han tenido un firme defensor fuera de su colectivo, ese fue Castro, muy crítico con las sanciones leves a los agresores de los colegiados. 
Porque si Pepe Castro se distinguió por algo fue por ser una persona cercana, que sabía estar tanto con un federativo de postín como con un directivo de equipo humilde, que igual se dejaba ver por Chapín que por cualquier campo de albero de una barriada. No se le subía el cargo a la cabeza porque sabía perfectamente que tenía que estar más cerca de los humildes. Y esto lo mantuvo a rajatabla pese a que en los últimos años la vida no le trató como se merecía. Nobleza obliga. 
Ese es su legado, con frases que deberían ser máximas: "El fútbol de verdad es el de los niños". 
Descanse en paz.   PUBLICADO EN DIARIO DE JEREZ. 

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