Falsas apariencias

Por ahí andan sueltos narcisistas que aman su propio yo, adulterado por un a ludimiento de si mismos que han fabricado a base de un personaje ficticio, que les ayuda a sobrevivir e incluso a triunfar.

Les da igual el qué y el cómo, sólo les mueve el que dirán los demás, y,  se esfuerzan al máximo para que su figura no caiga en el olvido y estén en boca de tod@s, aunque sus argucias para destacar impliquen el desprestigio, la mentira, la burla, la humillación o cualquier otra ingeniería maquiavélica para salir airosos.

Se disfrazan de lo que sea necesario, utilizan y estudian lo que sea menester para conseguir su objetivo, suelen tener la autoestima por las nubes, guap@s , sabedores de sus encantos, engatusan, enamoran, gustan y lideran una legión de seguidores, que como ratas encantadas siguen a su HamelÍn.

Pero su personaje, tiene fisuras como todo en esta vida, mantener la consistencia de esta comedía tiene sus daños colaterales y el vacío es tan intenso, que terminan siendo descubiertos.

Pero el daño ya está hecho, volver atrás sólo nos lleva a descubrir ¿porqué?  fuimos capaces de soportar a este personaje hipócrita y destructor, casi indestructible en ese instante, que nos ha mantenido enganchados a ese momento de nuestras vidas.

El yo auténtico es algo que no se practica muy a menudo. Y la razón es sencilla: las personas necesitamos aparentar en ocasiones determinadas cosas con el fin de encontrar aprobación o integración entre nuestras relaciones sociales cotidianas.

Tirar de “Falsas Apariencias” , sólo es una huida temporal de uno mismo, una No aceptación de lo que soy, por miedo u otras razones, que en verdad nos alejan de los demás.

A lo largo de Mi Camino de Vida, me he tropezado ya muchas veces, con estos sujetos a los que he sufrido y desenmascarado tarde, pero que por negar un “NO”, por mis propias inseguridades, he terminado sucumbiendo a sus encantos.

Relativiza lo que otros piensen o esperen de ti, es sólo aire, ruido, un cuenco vacío. Lo que importa es tu auténtica esencia y tu integridad: sé auténtico, sé libre.

Quizá, ahora lo sé, soy yo el responsable de sucumbir a estos acosos de personas a las que yo he elegido, pero que la vida me ha enseñado a rechazar por su Toxicidad, no me son beneficiosas, estar atento y no dejarme engatusar es parte de mi aprendizaje.

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