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Faraón (Faraon) 1966

Publicado el 11 mayo 2017 por Peliculas
El heredero al trono de Egipto, Ramses XIII, tiene un hijo con una hebrea. Ramses está en contra de los sacerdotes de su reino, que han planeado, sin el conocimiento de Ramses, hacer de su hijo Rey de Israel cuando sea mayor. Pero Ramses tiene una amante, Kama, una sacerdotisa de Astarté, y cuando las tribus libias se rebelan y las tropas de Ramses los derrota, se entera de que su mujer Sara y su hijo Isaac han sido asesinados por su doble, Lycon, que es también el amante de Kama. En ese momento su padre el faraón muere y Ramses XIII es nombrado Faraón. Lo primero que intentará hacer será eliminar al Sumo sacerdote, que tiene un inmenso tesoro oculto en el templo para cuando ocurra una crisis en el reino del Faraón.
Faraón (Faraon) 1966
Impresionante producción polaca, dirigida por Jerzy Kawalerowicz, con una recreación del antiguo mundo egipcio que puede dejar sin palabras. Hay una escena de una batalla entre los egipcios y el ejército rebelde libio que es una de las cosas más impresionantes que este que escribe ha visto, sin espectacularidad, sino sobriedad, y en la mayoría en primera persona, la batalla en sí dura apenas unos segundos pero no le hace falta más, "un día de playa" algo agitado. La película intenta mostrar no sólo el mundo exterior, sino también translucir, en la medida de lo posible, el interior humano, el transfondo y el sentido de las cosas en el mundo egipcio, la sobriedad en las actuaciones y la solemnidad muestran el pensamiento antiguo en la corte del faraón. Las poses hieráticas del faraón, que parece una estatua con vida, la solemnidad tanto en los gestos y en las ceremonias como en los diálogos, grandilocuentes, cargados de alabanzas, te sumerge en ese mundo tan antiguo haciéndolo sorprendentemente vivo.
Debido a la fastuosidad de joyas y tesoros que la arqueología egipcia ha ido aportando al mundo y que llenan los museos, nos puede hacer olvidar que el mundo en que que se movían estos seres era el desierto, bajo el tórrido sol, un mundo de arena y polvo, y esta película destruye de forma drástica, desde la primera visión, cualquier posible idealización que se nos pase por la cabeza al pensar en faraones, porque si lujosas eran las producciones Hollywoodienses más clásicas (Cleopatra, de Mankiewicz, por ejemplo) austera es esta de Jerzy Kawalerowicz, seca, sobria, consigue una gran impresión de realismo, la vida diaria de aquel fantástico y extraño pueblo (o por lo menos del sector que vemos, el de la corte y la milicia) se nos asemeja que debió de ser así.
Faraón (Faraon) 1966
Los caracteres de los personajes están muy conseguidos y construidos, las interpretaciones son excelentes, además son todos polacos y parecen tan egipcios como los egipcios mismos, algunos ni hablan pero se ve cómo actuan (hay un golpe a traición que sorprende, de nuevo, por su crudeza y realismo) y sin necesidad de explicar nada ya sabemos cómo se manejaban las cosas por aquel entonces, en realidad tal como hoy en día, las traiciones y conspiraciones, la lucha por el poder o las puñaladas traperas se dan igual, cambian los medios, no las formas, da igual en lo que crean, si en Osiris o en Jesucristo, el mundo sigue actuando igual de mal, así que uno lleva a preguntarse ¿para qué las religiones?. Sólo dan problemas. Cuando un Rey ha querido hacer algo siempre aparece un sacerdote que le mete el miedo en el cuerpo y lo deja sin saber que hacer.
Vemos que los motivos de disputas entre estos egipcios es lo de siempre: los dos bandos, el laico y el espiritual quieren gobernar. La defensa del poder laico son las armas, pero la defensa de los sacerdotes es el miedo: el sumo sacerdote aprovecha incluso los fenómenos naturales, como un oportuno eclipse, para hacer creer al pueblo que lo ha originado Dios (en este caso Osiris) y así seguir en su puesto. La película deja claro que los sacerdotes usaban trucos para engañar a la gente, aunque en este caso se produce un eclipse real, solo que el sacerdote ha aprovechado la situación en su beneficio (1). Cuando no funciona el miedo, entonces los sacerdotes también recurren a las armas, o a la traición. No hay mucha diferencia con el poder religioso que vendría después, la religión de "la paz y el amor" se ha construido y mantenido a base de crímenes de lesa majestad, más que esas religiones paganas que ellos atacaron y destruyeron. Religiones paganas que si algo no tenían era hipócresía o intolerancia, quizás por ello fueron destruidas ante la intolerancia manifiesta "del amor". Les debió confundir. (2)
Faraón (Faraon) 1966
Faraón (Faraon) 1966. Director: Jerzy Kawalerowicz. Intérpretes: Jerzy Zelnik (Ramses XIII/Lycon), Wieslawa Mazurkiewicz (Nikotris - Ramses XII's Wife), Barbara Brylska (Kama - Priestess of Astharte), Krystyna Mikolajewska (Sarah), Ewa Krzyzewska (Hebron). Duración aproximada: 180 minutos.

Nota:
(1) Según la conocida historia de la Biblia cristiana, Moisés, cuando estuvo delante del Faraón hizo lo mismo, aprovechar un fenómeno natural: amenazó con las diez famosas plagas de Egipto, pero el Faraón se dio cuenta de que sólo eran fenómenos naturales muy comúnes en su país (eran comúnes las plagas de langostas, o que el Nilo se tiñese de rojo debido a ciertas plantas cercanas a la orilla que teñían las aguas de color rojo) y no se inquietó más de lo habitual ante unas plagas y unos hechos naturales. El cuento de Moisés no cuajó, pero sin embargo la muerte de los primogénitos de Egipto, sí, está comprobado históricamente que sucedió, y causó tal consternación que fue cuando dejaron salir a Moisés y su gente de Egipto. El por qué y cómo murieron los primogénitos (al fin y al cabo inocentes que no tenían culpa de nada) es algo que no se sabe, habrá teorías pero no hay ninguna certeza. Es de esos misterios que estoy convencido alguien ocultó, con tanta suerte que ya nadie puede saberlo. Quizás fuese una indigestión o agua envenenada, será por teorías. Hay que señalar que los pobres judíos no tuvieron la culpa del ensañamiento criminal cristiano contra el ser humano, contra la vida y contra la humanidad que a lo largo de la historia han demostrado los seguidores de la religión de la "paz y el amor". Este ejemplo de las plagas es sólamente una muestra de que Moisés era un poco tunante, y como tipo despierto y espabilado que era, supo aprovechar las circunstancias, lo que no es reprobable de ninguna manera. Lo de los primogénitos ya es discutible, pero no se sabe como ocurrió.
(2) Aunque al principio el cristianismo pudo merecer la pena se echó a perder a partir de la primera Cruzada, convocada por el papa Urbano II para reconquistar Tierra Santa. Antes de ella los cristianos pensaban en general que la guerra era mala y no entendían muy bien por qué debían luchar y matar a otras personas. Hubo muchos problemas de conciencia por tener que matar a otro ser humano cuando Dios decía "no matarás". Aunque las Cruzadas sean uno de los temas que me apasionan, no deja de ser una flagrante contradicción del mensaje de paz y amor al prójimo, lo que demuestra que una cosa es la teoría, que suele quedar en los libros, para alimentar el espíritu, y otra la práctica, y una vez abierta la veda del matar por Dios ya el cristianismo se perdió definitívamente.
Faraón (Faraon) 1966




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