"Toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura al fascismo." Albert Camus
La política que se está implantando en República Dominicana, entre sonrisas amables de sus máximos responsables y las lágrimas de un pueblo que pacientemente padece los rigores de una economía paupérrima, además de consentir que lo repudiado con enojo en las urnas sin recato vuelva, aunque discretamente, puesto que los que llegan experiencia tienen en hacerlo, cuando se trata de convenios y supuestas corruptelas entre "hermanos" de connivencia buscada, que jamás lo fueron y menos de sangre.
La política que se está recreando con el silencio de una oposición vencida pero no enterrada, pues espera llegar a pactos mientras acumula el gran "big data" de los recelos y otros actos denunciables, detecta, al igual que el pueblo, un totalitarismo extremo en la toma de decisiones, tan frágiles y perniciosas que algunas rayan sin discusión el fascismo más herrumbroso, mientras que las relacionadas con esa migración haitiana hambrienta, nacida en la parte "rica" de la isla, nunca reconocida documentalmente y que no se encuentra en un suelo más "prieto" que nunca fue materno, para no ser esquilmada, torturada, violada o asesinada, sin duda perturba la imagen humana de un presidente con raíces fenicias y un gobierno multicolor que rechaza la coherencia al más puro estilo británico, que ahora se juega su prestigio y podría estar en tela de juicio, dado que doctores tiene la iglesia y los que renuncian a tomar el camino de la comprensión, requerirán sin duda de atender alguna denuncia en el Tribunal Superior de Derechos Humanos de Estrasburgo, si siguen dando combustible a las "guaguas amarillas" de la deportación indiscriminada, y sin permitir el hábeas corpus de las familias perjudicadas. Más sensibilidad y menos rencor a esos "dictadores puntuales" que podrían empezar a ser llamados "bananeros" por la comunidad internacional a la que desean parecerse.
Menos políticos de boquilla y apariencia grandilocuente y más movimientos cívicos se requieren para lograr que la democracia no se manche con amenazas, como las de hoy insertadas en la prensa por la Junta Central Electoral (JCE), que influenciada manifiesta su advertencia para frenar la promoción de aspirantes a cargos electos para el año 2024, lo que invita a pensar que hay gula y derecho de pernada, de los hoy dominantes para evitar la crítica social y aupar a quienes mejor la dirijan.
Belz - [email protected] -
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure