Revista Cultura y Ocio

Federalismo de angaú

Publicado el 12 noviembre 2016 por María Bertoni
Charles McDougall, el mentor en cuestión.Charles McDougall, el mentor que la TV pública eligió para jóvenes argentinos aspirantes a cineastas.

El mentor se titula el reality -o “contrareality” según sus voceros- que la TV Pública estrenará esta noche, y que emitirá los tres sábados subsiguientes, siempre a las 20. En la presentación que tuvo lugar el miércoles pasado en el Centro Cultural Kirchner, el presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA), Miguel Pereira, adelantó características de una propuesta “novedosa” que -para algunos espectadores- ilustra el tipo de cambio cultural que el macrismo impulsa desde que tomó las riendas del Estado nacional.

La propuesta es una adaptación de este taller que el realizador británico Charles McDougall -director de series exitosas como Queer as folk, Sex and the city, Amas de casa desesperadas, Los Tudor, The office, House of cards– coordina en la Escuela de Cine en San Antonio de los Baños, Cuba. La cantidad de participantes es la misma (ocho) y el objetivo del encuentro, también (cada estudiante debe concebir, escribir, producir, filmar un corto bajo la tutela del maestro, que a su vez graba y edita una pieza inspirada en el encuentro).

Sólo varía la envergadura de la convocatoria, de internacional a nacional. De hecho, el miércoles Pereira subrayó varias veces la impronta “federal” de esta propuesta pensada para “vincular a jóvenes directores del interior del país con un consagrado director del exterior”. La reivindicación lo llevó a mencionar su propio origen jujeño, y a confesar que aceptó a regañadientes la inclusión de un chico porteño en la lista de participantes provenientes de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Jujuy.

A juzgar por el primer episodio que se emitirá esta noche, y que se proyectó el miércoles en el auditorio 513 del CCK, El mentor respeta las reglas básicas del reality. Por lo pronto, empieza por presentar a los participantes (a través de una síntesis de su lugar de procedencia y formación, de sus motivaciones y expectativas) y por señalar la posible aparición de focos de conflicto.

Como la mayoría de los realities que se erigen en plataforma de lanzamiento artístico, éste también apuesta a las contradicciones y contrariedades que surgen de la tensión entre el propósito de mantenerse humilde, abierto, solidario y las ganas de destacarse, brillar, convertirse en revelación.

Los chicos de El mentor. Donde dice Antonietta, debería decir Antonella o Anto...Éstos son los ocho participantes del reality federal. Atención: donde dice Antonietta, debería decir Antonella o simplemente Anto.

Si no todos, la mayoría de los jóvenes seleccionados cursaron carreras y utilizan cámaras fotográficas y/o de filmación personales que sólo los argentinos con cierto poder adquisitivo pueden costear. En el primer capítulo Guillermo Leal (que se hace llamar Daft Rebel) compara al experimentado McDougall con Lex Luthor, y Victoria Fermani Loekemeyer hace gala de un inglés fluido.

Datos como éstos sugieren que los ocho aspirantes provienen de un medio socioeconómico muy distinto de aquél que el mismo Pereira describió casi cuatro décadas atrás cuando filmó la memorable La deuda interna. Con perdón de la burda transpolación, los Verónico Cruz quedan afuera de la cultura federal que el macrismo pretende reactivar a través de la RTA.

Antonella, Manuel, Ornella, Mariano, Eliana, Misael, los mencionados Daft y Victoria son hijos de un mundo globalizado (en términos cinéfilos, hollywoodyzado) antes que exponentes de la diversidad cultural que ofrece nuestro interior. Esta constatación evoca el recuerdo de la respuesta de Lucrecia Martel a un periodista de Folha de Sao Paulo que a mediados de 2013 le pidió que identificara el mayor problema del cine latinoamericano.

“Todas las películas son hechas por gente de clase media alta. La pobreza de nuestro cine es ésa. Si otras clases llegaran al cine, tendríamos más variedad. Eso está cambiando con sistemas alternativos de proyección y tecnología. Es posible trabajar con presupuestos menores, pero todavía no vemos resultados que modifiquen esa tendencia”.

Cuatro décadas antes de convertirse en presidente de la Radio y Televisión Argentina, Miguel Pereira filmó La deuda interna.Miguel Pereira en el lanzamiento oficial que tuvo lugar el miércoles en el CCK.

Según este adelanto que la agencia Télam publicó en junioEl mentor se grabó en el transcurso del invierno pasado. Antes de regresar a casa, McDougall ofreció en el CCK una clase magistral sobre dirección de cine y televisión. Entre otras cuestiones, explicó cómo convertir un guión en película, cómo armar las escenas, qué responsabilidades le cabe a un director.

Quizás la transmisión televisiva de aquella master class habría resultado más interesante que la reducción de un taller académico a un (contra)reality show local. Seguro, esa alternativa nos habría evitado a algunos espectadores el disgusto de asistir a la reivindicación de un federalismo de angaú*, circunscripto a un único criterio de diversidad geográfica y al servicio de la cultura de masas globalizada.


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