Revista Cultura y Ocio

Fernán Gómez recuerda ‘El mundo sigue’

Publicado el 29 julio 2015 por Joaquín Armada @Hipoenlacuerda

El Mundo sigue Fernan Gomez

En 1963 Fernando Fernán Gómez cumplió un cuarto de siglo sobre los escenarios. “Decidí celebrar mis veinticinco años de trabajo de la siguiente manera: no diciéndoselo a nadie y trabajando lo más posible – cuenta en ‘El tiempo amarillo’, sus entretenidas memorias – . Aceptaría todas las ofertas que me hicieran, bien o mal pagadas, con personajes feos o bonitos, aunque algunos días tuviera que hacer jornada doble, y además, con mis ahorros, como en otras ocasiones, produciría ‘El mundo sigue’, cuyo guión había escrito el año anterior y que ya había sido rechazado por los productores”. La película le quedó tan amarga y desesperanzada como había pretendido. Demasiado bien: no llegó a las salas y Fernán Gómez terminó su año triunfal arruinado, pidiendo dinero a los actores a los que había contratado.

Oculta durante casi cincuenta años, ‘El mundo sigue’ ha vuelto a una decena de salas este verano en una copia restaurada. Viéndola hoy lo sorprendente no es que la censura impidiese su estreno, sino que aprobase un guión que mostraba un retrato tan desalentador de la condición humana. Es verdad que no hay ninguna referencia al vencedor que estaba a punto de celebrar los ’25 años de paz’, pero el Madrid pobre y sucio – un calificativo contemporáneo – huele como ha escrito Luis Martínez en este excelente artículo a zotal y dictadura. Nadie se salva y es posible que el espectador contemporáneo hubiese descubierto que podía ser tan vil como los hombres y mujeres atrapados en la pantalla. Todos están dominados por un deseo incontrolable de salir de una pobreza material, aún a costa de sumergirse en una miseria moral. Fernán Gómez guardó para sí el personaje más terrible.

“Tenía cuarenta y un años y estaba en la ruina”, escribe Fernán Gómez en ‘El tiempo amarillo’ cuando relata el fracaso comercial de ‘El mundo sigue. Aún así, no hay lamentos ni explicaciones en sus memorias. La película tampoco se menciona en La buena memoria’, esa conversación apasionante que el cómico mantuvo con Eduardo Haro-Tecglen, con Diego Galán como testigo y que me he quedado con ganas de releer tras pasar velozmente sus hojas. Donde sí se extiende Fernán Gómez sobre el rodaje de ‘El mundo siguees en su entrevista con Enrique Brasó, un libro magníficamente editado por Espasa que compré hace muchos años, cuando trabajaba de librero en la Casa del Libro. Las líneas que siguen pertenecen a estas ‘Conversaciones con Fernando Fernán Gómez’. Sólo he eliminado las referencias al final inolvidable de la película.

El mundo sigue poster original

CUADERNO DE ROBOS (XX)

Enrique Brasó: “¿Cómo se te ocurrió la idea de adaptar la novela de Zunzunegui para hacer ‘El mundo sigue’?

Fernando Fernán Gómez: “Iba a decir que, sencillamente, porque me gustó mucho la novela, y es cierto, que es así. Pero la verdad es que la leí a raíz de una crítica literaria. Ya conocía parte de la obra de Zunzunegui, y mi primera idea había sido adaptar la novela ‘La vida como es’, que es algo imposible. Me parecía una novela-río sensacional y muy importante en cuanto a descripción de un ambiente madrileño, que no he conocido, pero que allí estaba muy bien descrito. Durante una época hice unos intentos de adaptación de ella para un guión, pero no pude. Era una novela tan múltiple que no me salió nada y tuve que abandonar. Años después, leí una crítica muy elogiosa de la novela ‘El mundo sigue’, acentuando sobre todo sus valores dramáticos en cuanto al contraste de personajes y las situaciones que se derivaban de él. Y por ver si esto era válido, y podía por tanto tener alguna posibilidad de plasmación visual, es por lo que leí con gran interés la novela y ya, en esa primera lectura, me pareció que allí había una película. Aunque decidí hacerlo de uno solo de los episodios de la novela: que era, concretamente, el del señor que cree que le ha tocado mucho dinero en las quinielas y luego resulta que le ha tocado muy poquito. Entonces pensé hacer de este episodio una película, escasa de acción, en la que esta anécdota estuviese muy extendida. Pero no me salió el guión, no conseguía que aquello durara más de 30 o 35 minutos. Así que hice un segundo tratamiento, en el que incorporaba ya casi toda la novela, aunque de una manera muy sintética. Cuando tuve el guión terminado, se lo propuse a los productores con los que había hecho ‘La venganza de Don Mendo’ y me contestaron que aquello era exactamente lo contrario de lo que ellos les apetecía hacer; que suponían que iba muy a contrapelo de la protección oficial, y que no se atrevían a hacerla porque era muy dura y muy áspera. Conseguí entonces alguna marca de alguna productora, no recuerdo cuál, pero sólo para presentar el guión a la junta de censura. Y comprobé que aquellos productores tenían razón puesto que la censura la prohibió definitiva y totalmente. Más tarde, como ya he contado, la volví a presentar; la admitieron, y la rodamos en mi ‘glorioso’ año 1963.

EB:El mundo sigue’ es la película más amarga, más triste y más patética de todas cuantas has hecho. Y es evidente que lo es de una manera muy voluntaria y muy pretendida”.

FFG:Sí, es verdad. Esa amargura quizá se derive, lógicamente, de la novela, aunque yo podría haber insistido en otros matices. Quiero decir que, aunque esté de arranque en a novela, sí depende de mí esa amargura y esa desesperanza que tiene, y que sí es voluntaria”.

El mundo sigue la familia

EB: “Hay dos cosas que me llaman la atención en ‘El mundo sigue’: una, que en la película el padre sea guardia urbano, con lo que tiene de reflejo de autoridad”.

FFG:Bueno, creo recordar – porque no he vuelto a leer la novela – que eso está un poco camuflado. El padre de familia también es guardia en la novela de Zunzunegui, y a mí es un de las cosas que más gracia me hacían: que el señor en el que se cruza la situación conflictiva fuera guardia. Me parecía muy singular. Pero creo que en la novela no es guardia urbano – no sé si es guardia civil o de la policía armada -, y lo de que fuera guardia urbano es una suavización mía en el guión“.

EB: “En cualquier caso es un guardia urbano con una hija puta, otra que quiere serlo pero no puede y que pretende alcanzar el éxito de su hermana por una vía mucho más sórdida, si quieres, y con un hijo que es un tarado, medio cura recién salido del seminario… Ese mundo es como insólito. Y la otra cosa que me llama la atención, es que es tu película en la que hay más planos-secuencia.

FFG: “En casi todas mis películas – lo que pasa es que unas veces me sale y otras no me sale – prefiero no supeditarme a ningún pie forzado. Pero casi todas tienen una mezcla de secuencias de montaje muy rápido y de planos muy cortos, y luego de muchos intentos de plano-secuencia. Seguramente ‘El mundo sigue’ sea mi película con mayor número de planos-secuencia”.

El mundo sigue Fernan Gomez Lina Canalejas
(…)

EB: “¿Qué es lo que más te interesaba expresar en ‘El mundo sigue’, qué es lo que más te atraía?”

FFG:Exclusivamente, las vivencias de toda aquella gente como plasmación realista, y con un sarcasmo un tanto interiorizado, de un cierto nivel muy bajo de la gente española de aquellos años – que no son años en los años en lo que los que la película está rodada – de finales de los cuarenta; aquella sordidez, aquella impotencia de la gente. Y la carencia por parte de la gente de este estrato social de una moral auténtica, sino que se ven sometidos a una especie de ductilidad por el imperativo de la vida cotidiana, de esa bajeza de miras… Eso es lo que más me interesaba, el juego de unos personajes con otros bajo ese prisma

EB: “¿Y en cuanto a esa dualidad de la hermana ‘buena’ y la hermana ‘mala’?

FFG:A esto nunca le he atribuido ninguna profundidad, o una segunda intención. Intentaba más reflejar la divergencia que se da, en casi todas las familias, entre los miembros de la misma (…) la película tiene una frase preliminar, extraída de la ‘Guía de pecadores’ de Fray Luis de Granada – que está también en la novela-, y que atribuye eso a la condición del mundo: “desde el punto de vista cristiano, la salvación no está más que en el más allá, y en el más acá cualquier salvación es imposible puesto que el mundo está lleno de vicios y pecados”. Esta frase la conserve en la película única y exclusivamente para que los señores de la junta de clasificación entendieran claramente la idea general de la película, que era una idea derivada de un pensamiento de Fray Luis de Granada, y que por tanto no había nada de heterodoxo en ella. No obstante, cuando fue maltratada por la junta de clasificación y en censura, Florentino Soria me explicó que esas cosas eran ciertas pero que no se debían divulgar. Que aunque fuera verdad que aquí, en el mundo, se triunfa por medio de la bajeza, del pecado o del vicio, y que el que se comporta bien donde obtiene su triunfo es en el más allá, eso no era conveniente decirlo. También me dijo que el personaje de Lina Canalejas estaba perfectamente trazad, y que él sabía que incurría constantemente en el pecado de la soberbia. Pero que estas eran unas matizaciones que al público no le llegaban y que, por lo tanto, aunque la película desde el punto de vista católico era correcta, no adecuada. Lo que más se notaba con respecto al antagonismo entre las dos hermanas era el odio del personaje de Lina Canalejas hacia el de Gemma Cuervo. Pero eso odio arrancaba de la tremenda envidia que la segunda sentía hacia la primera cuando ésta ganaba los concursos de belleza. En definitiva, el odio es mutuo…

El mundo sigue Lina Canalejas y Agustin Gonzalez

EB: “¿A qué crees tú que se debe el que fuera tan maltratada por la censura y por la junta de clasificación?

FFG:Pues no lo sé, no lo entiendo. Me dieron una explicación cuando yo dije: “Hombre, hará como un año que hemos planteado la película, el guión está íntegramente aprobado, y yo me he atrevido a realizarla inspirado por esas corrientes nuevas de apertura, y ahora…” Y me explicaron que, como había pasado año y medio, todo había evolucionado mucho. Año y medio, en realidad, es lo que e tarda en hacer una película desde que la piensas hasta que la planteas, la ruedas y la montas. Como poco. Pero me dijeron que esta intención de apertura del Ministerio, en cuanto a una mayor libertad expresiva, había tenido muy mala acogida por ciertos elementos del país que había escrito múltiples cartas de queja, refiriéndose a que era intolerable lo que se veía en los teatros, lo que se veía en los cines y lo que se leía en la prensa. Y que, sin embargo, estaban muy olidos porque por parte de los otros elementos no se había recibido ni una sola carta de gratitud. Y que esto había hecho que en el Ministerio hubiera habido una especie de marcha atrás de la cual, por lo visto, una de las numerosas víctimas era esta película. Lo de la censura perjudicó a la marcha de ‘El mundo sigue’ pero muchísimo menos que la clasificación; y esa mala clasificación se debió sólo a que a los miembros de la junta les parecía que era feísima, que estaba muy mal hecha y que no era ese el cine que debía hacerse”.

‘Conversaciones con Fernando Fernán Gómez’. Enrique Brasó. Espasa. Madrid, 2002. 304 páginas, descatalogado. (Aquí, ofertas en Iberlibro).

‘El tiempo amarillo’. Fernando Fernán Gómez. Capitán Swing. Madrid, 2015. 608 páginas, 26,5 euros.

Pd.: Ocultos en el texto hay enlaces a artículos de Antonio Muñoz Molina, Carlos Boyero y Diego Galán sobre ‘El mundo sigue’. Os animo a descubrirlos. No quería que quedase sepultada en la entrada, así que aquí os dejo la conversación de Fernando Trueba y José Sacristán en ‘A vivir que son dos días‘, llena de anécdotas fascinantes.


Fernán Gómez recuerda ‘El mundo sigue’

Volver a la Portada de Logo Paperblog