Revista Cine

Festival de Cine Europeo de Sevilla: Grandes esperanzas

Publicado el 02 noviembre 2012 por Monotematicosfm @curnom


Festival de Cine Europeo de Sevilla: Grandes esperanzas
Siempre ha sido difícil adaptar las grandes obras de la literatura universal, y Dickens ha sido uno de los escritores más torturados por el séptimo arte. Si nos remontamos a décadas pasadas podemos encontrar ejemplos de esto mismo tanto errados, como es el caso de Guerra y paz de King Vidor adaptando a Tolstoy, como acertados, Howard Hawks consiguiendo hacer una obra maestra de Tener y no tener partiendo del peor escrito de Hemingway. El caso de la película que nos ocupa sin duda alguna forma parte del primer bloque de grandes tropiezos, no hay prácticamente nada que podamos salvar en la Grandes esperanzas de Mike Newell.
Para empezar, Newell no es un gran director, nos sorprendió a todos con Donnie Brasco, pero el tiempo nos mostró que efectivamente era una excepción dentro de lo que sería su filmografía. El director es incapaz de dotar de la sobriedad narrativa que esta obra necesita, se permite salidas de tono y cientos de torpezas, y el producto final no pasa de ser una sosa sucesión de aburridas escenas que parecen estar echas para la televisión, o predestinadas a terminar allí. Teniendo en cuenta los escenarios en los que se desarrolla, podría haber conseguido una fotografía más luminosa, con más planos generales y unos bellos paisajes de la campiña británica, pero prefiere cerrar el plano y no darle ningún tipo de protagonismo al escenario.
Helena Bonham Carter no es una mala actriz, pero desde que es la actriz fetiche, y pareja sentimental, de Tim Burton parece incapaz de quitarse de encima la terrible maldición que pesa sobre ella. Su actuación es histriónica e innecesaria, y para colmo todo lo que a ella le rodea se vuelve burtonesco. El actor que interpreta el papel protagonista no podría tener menos carisma, y el personaje tampoco ayuda a facilitarle el trabajo. La película cae en desdicha total cuando encontramos algunas escenas que no hacen más que producir carcajadas en el espectador, como es el caso de la persecución policial en botes, el despertar junto a su Joe y la toma final, hay que tener valor para cerrar así una película. El final es aún más decepcionante que el resto de la película si eso es posible. 


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