Festival de los Sentidos 2010: día 1

En la localidad albaceteña de La Roda se está celebrando la tercera edición del Festival de los Sentidos, una mezcla de la buena gastronomía que por allí se gasta y de buena música.
Como de la gastronomía estoy bastante al día, Supersubmarina e Ivan Ferreiro fueron los objetivos a cubrir en la noche del viernes, con un resultado algo decepcionante.
Supersubmarina
Que decir. No quiero ser demasiado duro ni tampoco injusto. Quizás mi vena crítica se haya disparado en los últimos meses, pero estos chicos encima del escenario no me dijeron absolutamente nada.
Primero la actitud, que es de los que se saben ganadores cuando en realidad el partido acaba de empezar. Esperemos que la segunda parte no se les haga muy larga.
En segundo lugar, no ofrecen en las tablas nada novedoso ni mejoran nada que no pueda hacer cualquier grupo de guitarras saltarinas de cualquier concurso de maquetas.
Tercero. Cierto, tienen algunas canciones resultonas, pero si en directo no reciben el empujón definitivo se quedan ahí. Y esa es la sensación que tuve durante la casi una hora de concierto.
Y por último, la voz de (voy a buscar el nombre) José Chino, el vocalista. Sinceramente, o en el disco la voz está bien disimulada o debía de andar con algún tipo de afonía, porque no se entiende que en ningún momento llegase a los registros más altos y por ello algunas canciones quedaran algo desdibujadas.
En una palabra, decepción.
Ivan Ferreiro
De este concierto no podría tener una expectativa más baja. Sus dos últimos conciertos estuvieron a punto de hacerme perder la devoción que este pequeño hombre se había labrado en mí durante más de 12 años.
Será por eso, y porque algo más “entonado” lo ví, que el concierto de anoche no restará en esa “guerra particular” que parecemos mantener de unos años hacía aquí.
En el concierto quedó de manifiesto la curva descendente en la calidad de sus discos, ya que los temas de Mentiroso mentiroso y de Picnic extraterrestre, sus últimas producciones, parecían ser minutos de descanso y recuperación mientras los grandes hits se hacían esperar. Cuando después de tocar tu primer tema la gente empieza a pedirte Turnedo o canciones de Piratas algo no funciona como debería. Particularmente, solo los temas de esa pequeña joya llamada Las siete y media alcanzaron picos de excelencia a lo largo de las más de 2 horas de concierto.
Ascendente sin embargo su curva de popularidad. Sus directos se han convertido en un karaoke de jovencitas cual concierto de Pereza. Eso a algunos nos hace sentir en territorio extraño, aunque entiendo que es una evolución natural provocada por la misma evolución de su música.
Como curiosidad decir que el concierto empezó sin la presencia de Toni Toledo a la batería debido a su reciente paternidad. Tras unas cuantas canciones de improvisación (que incluyeron una versión descafeinada al piano de Paraísos perdidos, el mejor tema de Picnic extraterrestre) consiguieron, no sé de que manera, hacerse con un batería sustituto que solventó la difícil papeleta como mejor pudo. Un crack el tipo.