Por cuarto año consecutivo, la Iglesia más cachonda ha decidido organizar un festival de humor apto para la familia (cristiana y con pedigrí) con un concurso de humoristas que se lo han puesto muy difícil al jurado vaticano.
El segundo premio ha recaído en Rouco Varela, de profesión cardenal, cuyo monólogo de humor ha tenido perlas del orden “Se avecina una crisis social por culpa de las leyes progresistas” que ha alegrado con gran jolgorio a las numerosas familias numerosas que han llenado la acera de enfrente al escenario y que ante la ocurrencia gritaban, “Antonio, capullo, queremos un sobrino tuyo”.
Pero, pese a la jerarquía e influencia, no ha podido hacer nada contra su ocurrente rival, el obispo de Córdoba, cuyo chiste, “la Unesco quiere hacer que la mitad de la población sea homosexual” ha merecido el primer premio del concurso de Tonterías Forrest Gump “tonto es el que dice tonterías”.
Para el año que viene, Televisión Española ya estudia en sustituir a José Mota en el clásico programa de risas de nochevieja. Con tanto tonto, digo artista, sube el share, fijo.
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