Revista España

Fiesta de los huevos pintos en Pola de Siero, Asturias

Por Carla10

Ayer se celebró una de las fiestas más importantes de Asturias, está declarada de Interés Turístico Nacional desde 1968. Nuestra amiga rosa Julia nos ha enviado toda la información para poder compartir con vosotras esta bella tradición española y asturiana. Gracias Julia por ser parte tan importante de este foro y animarte a participar en él, no solo con tus habituales comentarios que nos hacen tanta ilusión, sino ahora con esta bonita tradición que no debe perderse y que nos ayuda a conocer mejor nuestro variado y maravilloso país.

Las fotografías las he sacado de internet a excepción de la última que hice en casa ayer, donde también celebramos esta fiesta pues en Bulgaria también es tradición y es un evento familiar muy divertido!

Consiste  en la exposición, venta y regalo de huevos pintados artesanalmente, cuyos dibujos de figuras y escenas típicas van acompañados de frases, símbolos, etc., en colores vivos y variados. A esto se añade la gastronomía y el folclore: espicha, sidra, meriendas, canciones, danzas, la recuperada puya o subasta del ramu…, para terminar a altas horas de la noche con la típica verbena.

La simbología del huevo se sintetiza en el concepto de la vida; es la eclosión vital que se renueva y permanece.

Esta costumbre de pintar y decorar huevos existe hoy en día con gran arraigo en países como Rusia, Alemania, Inglaterra, Grecia, China, en la inmensa mayoría de los países del Este de Europa, y por supuesto también está muy arraigada en Bulgaria. Pero también en diversas localidades españolas, como es el caso de Cañada del Rosal, sito en la parte oriental de la provincia andaluza de Sevilla, lugar colonizado en el siglo XVIII por alemanes, y donde perdura la costumbre de pintar los huevos cocidos en la Pascua de Resurrección como «Los Huevos Teñidos», tradición que siguen manteniendo los niños y niñas.

En Pola de Siero se celebra la fiesta de Huevos Pintos el martes siguiente al Domingo de Pascua de Resurrección y sus orígenes no son del todo exactos. Se dice que procede de Oriente, pero también se le puede suponer un carácter religioso o algo relacionado con la religión.

La costumbre de pintar huevos en esta preciosa tierra parece relacionada con la llegada en el siglo XIX al concejo de Siero de gentes procedentes de distintos países de Europa para trabajar en sus minas, ya que fue en Siero donde se descubrieron los primeros yacimientos de hulla asturianos.

La presencia de extranjeros en este municipio y, con ella, la llegada al mismo de tradiciones autóctonas de sus lugares de origen, influyeron con el paso de los años en la población local, haciendo arraigar en la misma sus costumbres. Buena prueba de esta influencia es el hecho de que la costumbre de pintar huevos únicamente se conserve en los municipios de Siero y Langreo, limítrofes entre sí, donde se produjeron los primeros asentamientos de mineros extranjeros.

Hasta finales del siglo XIX, los huevos se cocían con sarrio (hollín de las antiguas cocinas asturianas, en las que exclusivamente se quemaba leña de roble), y castañas, lo que daba a la cáscara un color oscuro, un color prieto, llamándose huevos prietos a los que se pintaban con este procedimiento.

La invención de las anilinas dio paso a que se empleara este producto para el teñido de los huevos, coloreados con anilina, y al ser ésta muy fluida por estar disuelta en agua, se secaban muy pronto. A continuación, ayudándose de palillos punteados mojados en ácido nítrico, se escribían nombres, dedicatorias, dibujos, etc.

En la actualidad, la técnica de pintar huevos es el resultado de una gran evolución: se pintan con plumilla, acuarela y óleo, dependiendo la calidad del virtuosismo de su autor. Éste precisa de una depurada técnica para plasmar sobre su superficie el motivo elegido, lo que reviste una gran dificultad, derivada no sólo de su irregular superficie, sino de la textura de la cáscara, que exige que la coloración se realice en caliente, etc.

Este cambio afectó también con el paso de los años a la organización y desarrollo de la fiesta.

Actualmente, durante el martes de Huevos Pintos, la inmensa mayoría de los habitantes de la villa de Pola de Siero visten el traje regional para asistir a los diversos actos de ese día: bendición de los Huevos Pintos en bable, desfiles de carrozas y grupos folclóricos, etc., dando así un realce, una brillantez y un colorido que hicieron posible la calificación de Capital de la Asturianía a Pola de Siero.

El visitante que llegue ese día a esta villa se encuentra con el hecho singular de poder adquirir como recuerdo los huevos pintos que se venden en puestos situados ocasionalmente en las inmediaciones del parque Alfonso X, obra de pintores que se dedican durante gran parte del año a este trabajo artístico.

En casa, también ayer celebramos esta tradición, fue una tarde en familia muy entretenida y aunque nuestra técnica deja mucho que desear con los huevos pintos de Pola de Siero, lo disfrutamos mucho!


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