Llega el carnaval que este año sitúa su sábado el 14 de febrero, San Valentín. Y con él llegaban las fiestas a la Sierra Norte de Guadalajara, que comenzaban con el jueves lardero, hoy perdido. Luego el carnaval traía el pelele (en Beleña de Sorbe), la petición del huevo (Puebla de Valles), la vaquilla, el oso y el entierro en Valdesotos,… fiestas genuinas que se perdieron con la despoblación.
El sábado de carnaval se celebran fiestas genuinas, recuperadas tras años de olvido, como las Botargas y mascaritas de Almiruete y los Vaquillones de Villares de Jadraque. La escasa población de estos pueblos ha obligado a que la recuperación sea incompleta, según explica el maestro J.R. López de los Mozos.
Pero los Vaquillones conservan lo esencial. Hombres disfrazados de arpillera, chaqueta roja y sombrero de paja que portan una amuga en cuyos extremos van anclados unos cuernos, recorren el pueblo y coquetean con las mozas. Actividades serranas, una comida popular y el reencuentro con vecinos y amigos completan la fiesta. Este año no saldrán por el frío y la enfermedad de algunos miembros.
Como colofón a estas modernas saturnales, el miércoles de ceniza (día 18) se celebraba el entierro de la sardina, también perdido. Pero Cogolludo, fiel a su tradición, sigue celebrando la fiesta de los Chocolateros.
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