Revista Cine

Fin août, début septembre

Publicado el 13 mayo 2013 por Ganarseunacre @ganarseunacre
L'arbois / G. Delerue
por Roy Bean
Fin août, début septembre (1998)Finales de Agosto, principios de Septiembre Olivier Assayas

Fin août, début septembre

Olivier Assayas



Fin août, début septembre

Reparto (Imdb)

Mathieu Amalric... Gabriel

Virginie Ledoyen... Anne

François Cluzet... Adrien

Jeanne Balibar... Jenny

Alex Descas... Jérémie

Arsinée Khanjian... Lucie

Mia Hansen-Løve... Véra


La película   de   Assayas  consiste  en  una cadena de breves escenas, formadas por seis segmentos que van desde “momento u horas” hasta “meses”. Se trata de una cadena de breves escenas de encuentros y desencuentros, aproximaciones y rechazos, de varios personajes que viven en un casi continuo conflicto de estado intelectual , emotivo o ambos y relacionados entre si a través de la figura de otro, en este caso el escritor Adrian Willer (François Cluzet). Escenas separadas por fundidos en negro, donde se van intercambiando los personajes. El hecho de que ese personaje que está gravemente enfermo  y que aglutina a los demás protagonistas, sea un escritor y otros trabajen en el mundo editorial o en un programa  televisivo sobre escritores, predispone a ver  y a entender también Finales de Agosto principios de Septiembre como un film sobre la literatura, lo cual avalarían algunos apuntes en los diálogos en torno al estado al entorno de la sociedad actual. (¿Valen las historias para contar el mundo, tal  y como puede suceder con la música o con el propio cine y su lenguaje visual?) Tenemos pues a un escritor que afirma que no escribe historias sino su visión personal del mundo, que se siente incomodo ante las cámaras de televisión si no tiene a un interlocutor y quién se dice que le gusta “utilizar a la gente”; y en torno a él un hombre treintañero que lo admira, Gabriel (Mathieu Amarlic) , quien pasa de encargarse precisamente de ese programa literario televisivo, a la coordinación de una Enciclopedia sobre escritores, cambio necesario por otra parte,  a un editor que se lamenta  de las situación del mundo editorial sin reconocer que gran parte de la culpa recae en él, a lectores que discuten la obra póstuma de Willer y a correctores de pruebas . Por encima de todo Assayas, que asume el pensamiento de Adrian Willer y en lugar de contarnos una historia ofrece, como decía antes, segmentos  de unos personajes que  van y vienen de un lado a otro, esbozan proyectos, se relacionan y dejan de relacionarse, sin mostrar verdadero placer por nada a la hora, mientras se hace notar sobre ellos el  paso del tiempo, aproximándolos cada vez mas a ese cementerio donde se reunirán  para el entierro del novelista. La película es una especie de homenaje a la N. Vague, tomar como pretexto al escritor para derivar hacia los libros, para hablar del propio cine, desde el gusto por la literatura y las citas literarias hasta el rodaje con escenas con cámara en mano, la forma de filmar exteriores o interiores (por ejemplo en los bares) por no señalar también los continuos paseos que dan los personajes. Apunta entonces,  a la necesidad de cada autor por expresar su visión del mundo, que debería ser el sentido final del arte. Detrás de sus personajes hay conflicto, hay densidad, hay vida incluso cuando los ex amantes se reúnen para intentar vender el piso donde habían convivido, o cuando comparten una cena familiar, o van simplemente a comprar tabaco, compran un rasca y gana o rellenar una quiniela. Gabriel parece entrar tras la muerte de su querido amigo Adrian, en una fase de su existencia quizás más madura al mostrarse crítico con el último trabajo apenas terminado de su amigo,  o cómo la joven amante del escritor , la adolescente Vera (Una  jovencísima Mía Hansen Love, que retendrá parte de las “formas” de cine segmentado para su próximo, todavía lejos, debut en el cine, años más tarde) que besa a un muchacho ante la mirada de Gabriel tras el cristal de un bar donde ambos se encuentran casualmente, pues Vera no conoce a Gabriel, y el sólo la conoce por una fotografía, otro de los secretos que Adrian se llevó con él. Para resumir ante una falta de historia como tal (qué la hay) podríamos compendiar la película de Assayas como una cadena de secuencias, separadas por fundidos en negro, que vinculan, por el fallecido Adrian y su muerte, la llegada de un Otoño existencial para todos sus protagonistas, a todos nos llega nuestro Otoño...
Fin août, début septembre

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Fin août, début septembre

Fin août, début septembre

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Fin août, début septembre

Fin août, début septembre

Fin août, début septembre

Fin août, début septembre

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