Revista Arquitectura

Finca “La Magdalena” de Pontedeume (A Coruña)

Por Enrique23
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“La Magdalena”, casa de los Tenreiro en Pontedeume, en estado de abandono. (Foto: Enrique F. Rojo, 2010)

Construcción

La casa de “La Magdalena” se construyó entre 1869 y 1876, encargada por Agustín Tenreiro, importante empresario, propietario de una industria familiar de curtidos de Pontedeume.
Al parecer, en el año 1924 se halló en la finca, el llamado “Cuadrifaz de Pontedeume“, pieza de granito con caras esculpidas en cada uno de sus cuatro lados, de origen celta o romano, donado en 1962 por su descubridor, el arquitecto Antonio Tenreiro Rodríguez, al Museo Provincial de Bellas Artes de A Coruña y, actualmente en el Museo Castelo de San Antón. Es posible que la figura representase a una divinidad protectora de los caminantes, situada en los cruces de caminos.
Antonio Tenreiro, después de encontrar la figura esculpida, elaboró un informe al respecto del hallazgo:
En el mes de septiembre del año 1924 con motivo de las obras de desmontes de tierra que se realizaron para la construcción del camino vecinal de Puentedeume a Hombre, y entre los grandes montones de piedras y escombros sobrantes de estos desmontes, y apertura de cajas de cimientos del muro de contención construido a lo largo de la finca “La Magdalena”, en la parte situada en el lugar denominado de San Calcón (antigua fábrica de curtidos llamada el “Corral”) y próximamente entre los hectómetros 6 y 7 de dicha carretera próxima a los manantiales que nacen en dicha parte de la finca… Es de advertir que ninguna ruina de edificio medieval existe en aquel lugar, al que se pudiera atribuir esta piedra, que más parece proceder de algún castro que, por aquellos contornos, pudiera haber existido, de no estar en “alguna forma de remoto culto, relacionada con los manantiales antes mencionados, en la proximidad de los cuales apareció

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Pontedeume y la desembocadura del río Eume. Hacia 1930.

Descripcción

El edificio es una vivienda unifamiliar exenta, con elementos de clara inspiración romántica. Tiene planta cuadrada dispuesta en tres alturas, en la fachada principal que mira al río Eume, y dos en la posterior, que se encuentra más alta, en la carretera de Esteiro. El espacio interior sigue una estructura tradicional condicionada por las escaleras situadas en el centro, que funcionan como elemento articulador de la vivienda, llegando hasta el exterior en una rotunda torre-mirador con ventanales a su alrededor, que permiten admirar el paisaje de la desembocadura del río Eume.
Las fachadas son de estilo clásico, de piedra revocada pintada de blanco. Las dos principales van aumentando los huecos según ganan altura, hasta llegar a la cubierta, también clásica, de teja. En el bajo, tan solo se presentan las puertas de entrada y unas pequeñas ventanas. En la primera planta, las ventanas de gran porte vertical, hasta cinco, con postigos de madera, se abren para dejar paso a la luz, casi siempre tenue, de estas latitudes de las Rías Altas. En la fachada que mira al río, el vano central es un balcón apoyado sobre modillones moldeados por encima de la puerta de entrada. El tercer piso presenta una disposición similar en las dos fachadas principales y las dos laterales, con la adición en la posterior, en la carretera de Esteiro, de un frontón con ventana a modo de buhardilla sobre el que se colocó una campana.

Tejo centenario Tenreiro

Tejo centenario de la finca de los Tenreiro, a mediados del siglo XX.

El árbol

En la finca “La Magdalena” se sembraron numerosos árboles. Los que sobreviven, ahora son centenarios, entre ellos araucarias, cedros del Líbano, magnolios comunes y japoneses, cipreses, castaños del País y de Indias, acebos, camelios, bambúes negros y verdes, etc.
Sin embargo, el árbol más importante de la finca siempre fue un tejo. De porte extraordinario, se le ha calculado una edad superior a los trescientos años. Tenía instalada una escalera de caracol, instalada por los dueños de la finca, que daba acceso a dos alturas, la primera con una mesa circular y la segunda con unos bancos a modo de terraza.
A pesar de ser un árbol histórico protegido, las obras realizadas por el Ayuntamiento de Pontedeume en el paseo del río Eume, solando y cementando parte de los antiguos jardines, alrededor del tejo, produjeron su deterioro gradual hasta ocasionar su muerte, a la espera de su certificación por técnicos del Concello.
Actualmente la finca, durante mucho tiempo considerada como uno de los mejores parques urbanos del siglo XIX, se encuentra en un estado de abandono total, tanto la vivienda como los jardines. Ha sido saqueada y vandalizada, y además, se encuentra expuesta a los agentes meteorológicos al haberse destrozado puertas y ventanas. Si no se remedia, pronto amenazará ruina.

Referencias.-

La agonía de un árbol de 500 años (El País, 02/07/2013)
Fracaso en la conservación de un tejo centenario en Galicia. (Quercus/ AlbertoTeixido. com, 2012)  PDF

Protegidos, agónicos y difuntos (El país, 09/07/2014)

“La finca La Magdalena” (Blog Todo lo que no se ve, 31/07/2012)

VIDEO: Finca “La Magdalena” (Youtube)

El Hermes celta de Pontedeume y supervivencias de su culto (Escolma da nosa historia) PDF

El esplendor del negocio eumés del cuero. (La Opinión Coruña.es)


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