Flashpoint 1, bienvenidos a Neverland

Portada del número 1

Imagina que un día despiertas y a tu alrededor todo parece igual, no hay nada extraño hasta que de pronto te das cuenta que este no es tu mundo, que has ido a un lugar muy parecido pero nadie recuerda lo mismo que tú. Una tierra en la que Aquaman y Wonder Woman se han enfrentado en una guerra y han causado millones de muertos.

Bienvenidos a Flashpoint. 

Cuando un personaje de cómic muere puede ser por muchos motivos, los de ventas hacen mucho pero en ocasiones es para el bien de la historia que se cuenta y ese fue el caso de Barry Allen, el segundo en portar el nombre de Flash. Este héroe cayó peleando contra el Antimonitor y fue lloraro por ello, recordado y honrado.

Cuando un personaje de cómic vuelve a la vida puede ser por muchos motivos, los de ventas hacen mucho, pero en ocasiones es para el bien de la historia que se cuenta. Geoff Johns se ha convertido en una apuesta totalmente segura y su tratamiento del velocista y Hal Jordan, segundo Linterna Verde, ha hecho que dos resurrecciones que podían no ser más que meras excusas para sacar dinero se convirtieran en piedras angulares del actual Universo DC.

Con Flashpoint iremos a una realidad alternativa, algo que al menos siempre asegura un buen rato y que suele gustar a los lectores, casi en la línea de Otros Mundos solo que (o eso parece) todo lo que está sucediendo pasa de verdad. Flash se encontrará en medio de algo, sin saber realmente nada, y parece que la mano del chiflado de Zoom está por ahí mientras sigue sin venganza a la inversa al ser capaz de viajar en el tiempo.

Por supuesto el corredor no estará solo y es que siempre hay un Batman. El justicieron de Gotham que vio morir asesinada a su familia será su aliado, además de narrador de la historia, pero nada es lo que parece y Johns se guarda un par de sorpresas bajo la manga. Igual que el acierto, o eso parece en este primer número, de usar a Ciborg como uno de los personajes principales y no el secundario que estamos habituado a ver, lo que ayuda a que pueda darle más fondo y crear una nueva forma de ser del Titán.

El Batman de Flashpoint

Por muy buena o entretenida que sea la trama no puede funcionar sin un dibujo adecuado, lo que se salva más que sobradamente con Andy Kubert. Este autor heredó de su padre el talento y con el paso de los años ha evolucionado de ser casi un calco de Jim Lee a tener un estilo propio, unas líneas características que hace que distingamos claramente su dibujo. Quizá, aunque es ser algo quisquilloso pero no pude evitarlo, su retrato de Barry Allen se parece demasiado al que hizo en su día de Steve Rogers aunque el que ambos sean rubios y de ojos claros no ayuda a esa diferenciación, pero con todo su labor es excelente y nos brinda unas páginas llenas de fuerza en las que no ahorra detalle alguno.

Si Flashpoint será o no una buena serie es algo que hasta que no veamos el total no podremos saber, además de las implicaciones en todo el Universo DC y el resto de personajes, pero si nos basamos en este primer número al menos será interesante y la cosa realmente promete.