Fraternité a la Sarkozy: Nicolás Sarkozy se vuelve Nazi

Nicolás Sarkozy

A Sarkozy no le gustan los gitanos. Eso de ser un grupo social sin ningún arraigo, poseedores de unas costumbres sociales donde el empleo estable, la producción y el consumo no es una prioridad, es una mala costumbre imperdonable en la Francia de Sarkozy.  El presidente francés  va a expulsar a los gitanos rumanos y búlgaros que habiten en territorio francés, a pesar que de acuerdo a la legislación comunitaria, los europeos tienen derecho a establecerse en cualquier país de la Unión. Ya de por sí, los Rumanos no la tienen consigo en Europea y peor si son gitanos, culturalmente extranjeros pues en una región donde la xenofobia llega a límites irracionales. Y eso de tomarla con una raza en particular de humanos es exactamente asunto de nazis. La novísima legislación francesa, todo idea de Sarkozy, estipula que “en determinadas circunstancias particulares, los extranjeros de la Unión Europea” podrán ser trasladados a la frontera “en caso de que se amenace el orden público, cuando se carezca, de modo duradero, de un modo de subsistencia o cuando se trate de un abuso del derecho a la libre circulación” de ciudadanos. Resulta que muchos de los gitanos provenientes de los mencionados países viven en campamentos fuera de las ciudades en muy precarias condiciones lo cual causa que algunos se dediquen a cometer delitos menores contra la propiedad. Es algo así como que si eres gitano eres ladrón, por tanto, los echamos a patada a todos.  Ahora imagínese el hecho de que una persona sea expulsada del país por no tener empleo, especialmente en una economía tan estancada como la francesa, incapaz de generar empleo entre la población más joven. Peor resulta el hecho de que si usted anda de ciudad en ciudad, es decir se muda demasiado, eso constituye un abuso al derecho de circulación. Mientras más camino usted ande mas abusador será, especialmente si es rumano, búlgaro ¡y gitano! No se trata de que las personas hayan cometido algún delito, sino que exista la posibilidad de que lo comenta, por no tener empleo, andar de allá para acá como hoja que lleva el viento, asunto que se le aplica a un grupo social determinado. La medida en realidad ya se ha venido aplicando, pues más de diez mil rumanos y búlgaros han sido expulsados de Francia por el solo hecho de ser gitanos.

El asunto ha levantado tanta polémica que el padre Arthur Hervet de 71 años, de una de (Lille, Francia), reconoció públicamente que reza para que el presidente del país, Nicolas Sarkozy, tenga una crisis cardíaca que le impida seguir adelante con su “guerra” contra los gitanos. “Rezo, os pido perdón, para que el señor Sarkozy tenga una crisis cardíaca”. Muerto el perro se acaba la rabia dirá el padre, pero en una sociedad tan xenófoba las cosas no son tan simples. Hasta la misma Unión Europea ha exhortado al absurdo Sarkozy a no aplicar la medida de expulsión, sin que hasta ahora haya logrado ningún cambio en la voluntad del presidente del país de la egalité, liberté et fraternité.  Esto sí que es fraternidad humana.

Como cosa del destino, a Nicolás se le olvidó que su propio padre (Pál István Ernő Sárközy de Nagy-Bócsa) era un inmigrante húngaro que vivió en Francia como una persona sin estado, luego de salir huyendo de Hungría después que los soviéticos invadieron al país para derrotar a los alemanes. Olvidando también sus orígenes judíos pues su familia de lado materno, (madre Andrée Jeanne  Mallah) históricamente hubieron andado de país en país huyendo de la persecución contra los judíos.

La intolerancia y prejuicios de los europeos hacia los gitanos les ha causado persecuciones anteriormente, durante el gobierno de Hitler período en el cual fueron expulsados de Alemania y posteriormente exterminados como a los judíos en un número superior al cuarto de millón de personas. En la propia Rumania también fueron expulsados a la región de Transnitria con la complicidad soviética, donde miles murieron expuestos a tifus y hambrunas. !Fraternité a la Sarkozy: Nicolás Sarkozy se vuelve Nazi!