Fundación BBVA premia la labor del IRRI

Sara Pérez Jerónimo

Periodista

El Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) recibió el pasado miércoles, el Premio Fundación BBVA – Fronteras del Conocimiento, en la categoría de Cooperación al Desarrollo por su contribución a la reducción la pobreza y el hambre en el mundo a través de sus investigaciones relacionadas con el arroz.

Este galardón es todo un reconocimiento a la ciencia, a la innovación y a la investigación de excelencia, especialmente a todos aquellos que con su labor contribuyen mejorar nuestro día a día y a dar un paso más allá en la evolución de la sociedad en general, traspasando todo tipo de fronteras.

El arroz, una fuente de lucha contra el hambre

Creado en 1960, el IRRI es un centro de investigación y formación agraria sin ánimo de lucro situado en Filipinas. Actualmente, colabora con numerosas instituciones internacionales relacionadas con el ámbito agrario y otras organizaciones sin ánimo de lucro, como la Fundación Gates.

Aunque para muchos sea una entidad prácticamente desconocida, su trabajo diario contribuye a mejorar las condiciones de vida de gran parte de la población más desfavorecida, ya que gracias a sus investigaciones han sido capaces de obtener nuevas variedades de arroz más eficientes y sostenibles.

En las últimas cinco décadas, el papel de la organización ha resultado clave para aumentar la producción de este producto, especialmente en el continente asiático.

Su principal objetivo es claro: la reducción de la pobreza y el hambre mediante la creación de nuevas variedades de arroz que no sólo mejoren la nutrición y salud de todos sus consumidores, sino que además se realice a través de técnicas sostenibles que puedan hacer frente a la reducción del cambio climático.

“Queremos aplicar la ciencia para aumentar la productividad del arroz y mejorar la vida de los productores, mientras mantenemos los suministros asequibles para los consumidores, especialmente los pobres” aseguró Robert Zeigler, director del IRRI, en la entrega de premios.

De este modo, los investigadores del IRRI han desarrollado nuevas variedades biotecnológicas de arroz, mucho más productivas, con menor necesidad de riego, capaces de resistir a plagas e incluso a temperaturas extremas. En estos momentos, su labor está centrada en la reducción del uso de fitosanitarios y en la minimización del impacto medioambiental derivado del cultivo de arroz.

Entre sus avances más relevantes se encuentra el desarrollo del famoso arroz dorado, un clase de arroz con alto contenido en betacaroteno y que se espera que mejore la salud de millones de personas en países subdesarrollados. El IRRI está desarrollando distintas variedades de este tipo de planta para su cultivo en diferentes zonas.

Sin embargo, su esencia va más allá y es que todo el conocimiento y los avances que generan no deben quedarse encerrados entre las cuatro paredes del centro, sino que están destinados a traspasar fronteras. De este modo, el IRRI pone al alcance del agricultor las herramientas y técnicas necesarias para pasar a la práctica, formando en paralelo a nuevos científicos que continúen la labor en el futuro.

Además, el IRRI ya es una entidad única, ya que ha creado el International Rice Genebank, el mayor banco mundial de arroz. Una fuente contra la pérdida de biodiversidad que a día de hoy cuenta con más de 100.000 variedades distintas de la planta y que permite la investigación de nuevas variedades biotecnológicas con las que intentar minimizar las condiciones adversas que puedan darse en el cultivo de la planta.

Sin duda, un valioso granito de arena para intentar cambiar la situación en algunos de los países menos desarrollados, contribuir a su despegue económico e intentar cumplir los Objetivos del Milenio propuestos por la Organización de Naciones Unidas. ¡Enhorabuena!