Revista Insólito

Fundación privada cobró por Ciudad Mujer usando recursos de Secretaría de Inclusión Social

Publicado el 21 mayo 2019 por Buscandosonido @buscandosonido

Honduras, República Dominicana, Paraguay, México y Bolivia. Todos son países que ya replicaron el proyecto de Ciudad Mujer en sus territorios. Pero, ¿quién les ayudó en la aplicación? No fue directamente el Gobierno salvadoreño o la Secretaría de Inclusión Social (SIS), en teoría dueño y ejecutor del programa desde 2011. A esos países les ayudó la Fundación Plenus, una organización privada, pero que operó con bienes y fondos del Estado.

La relación entre la Fundación Plenus y la Secretaría de Inclusión Social es la punta del iceberg en una historia que representa conflicto de intereses con faltas a la ética gubernamental. Incluso, ha desatado sospechas de corrupción, lo que ha provocado que en febrero de este año la Fiscalía General de la República recibiera un aviso para investigar las anomalías en el interior de ambas instituciones,

En la denuncia, un grupo de ciudadanos pidió al ministerio público escarbar en la relación que existe entre funcionarios de la SIS y Plenus, pues consideran que la ONG se ha favorecido de los bienes del Estado de manera ilegal.

La clave para entender la relación está en el surgimiento de Plenus. Se trata de una organización no gubernamental constituida el 13 de abril de 2013 por la ex primera dama de la república Vanda Pignato, quien la creó con el propósito de “promover la inclusión social y el desarrollo sostenible de las mujeres a través de la generación de conocimientos, la incidencia en políticas públicas con enfoque de género y el impulso de programas a nivel nacional e internacional”, según sus estatutos.

Para darle fuerza, Pignato incluyó en la ONG a varios de sus colaboradores en la Secretaría de Inclusión Social y en Ciudad Mujer, como Tania Cedillos, directora ejecutiva de la SIS; Guadalupe Hernández de Espinoza, subsecretaria de la SIS; Carolina Ávalos, expresidenta del FISDL; Bárbara Romero, exdirectora de Ciudad Mujer Colón; y Andrea Ayala, activista LGTBI y presidenta de la asociación Espacio de Mujeres Lesbianas por la Diversidad (ESMULES).

Ese vínculo se volvió clave desde 2014 para comenzar a generar proyectos, consultorías y viajes en nombre de Ciudad Mujer y de la SIS que, en realidad, según los denunciantes, eran para Plenus. “Por mucho tiempo los empleados de la SIS creían que trabajaban para la secretaría, que montaban proyectos para la SIS; pero luego se dieron cuenta de que organizaban trabajo de Plenus”, dice parte de la denuncia.

Se tuvo acceso a correos electrónicos que dejan en evidencia que personal de Plenus participaba en las actividades de la SIS y de Ciudad Mujer. En uno de ellos, con fecha del 13 de noviembre de 2015, Nidia Hidalgo, especialista sénior en la División de Género y Diversidad del BID, informa al personal de la Secretaría de Inclusión Social que una delegación de funcionarios hondureños visitará la sede de Ciudad Mujer en Santa Ana, el 23 de noviembre, y que la ONG tendrá presencia.

“Confirmo la visita de la delegación hondureña para el 23 de noviembre. Estarán preparando la carta. Vendrán seis personas del Estado Mayor y del Fondo Hondureño de Inversión Social y el arquitecto contratado para la concepción arquitectónica, Rodolfo Zepeda. Además, asumo que PLENUS estará asistiendo”, se lee en uno de los correos.

Una fuente relacionada con el caso confirmó que una delegación de políticas hondureñas viajó a El Salvador para visitar Ciudad Mujer. Fueron trasladadas en vehículos del proyecto gubernamental, pero que tanto Pignato como sus allegados sostenían que Plenus era el anfitrión.

La visita de Honduras fue el inicio de cómo la ONG Plenus comenzó a colaborar con la promoción del proyecto de Ciudad Mujer en varios países de Latinoamérica y, según la denuncia en la FGR, lo hizo con fondos provenientes del Estado salvadoreño.

A través de publicaciones en redes sociales, se logra documentar que funcionarias de la SIS viajaban a otros países para promover el proyecto de Ciudad Mujer; pero en el viaje y durante las asesorías eran reconocidas como “representantes de Plenus”.

Muestra de ello es la aplicación de Ciudad Mujer en República Dominicana. En febrero de 2016, la vicepresidenta de ese país, Margarita Cedeño, expresó al periódico Diario Libre que para realizar el proyecto en julio de 2015 firmaron un acuerdo, pero no con la SIS, sino con la Fundación Plenus: “(Un acuerdo) mediante el cual, el país recibió asesoría y asistencia técnica para adaptar el modelo que se lleva a cabo en El Salvador a la realidad del país y lograr el empoderamiento de las mujeres dominicanas”.

Cedeño dejó entrever en ese momento que la alianza también tenía el visto bueno del BID y que por lo tanto el organismo internacional tenía conocimiento de la labor que la ONG realizaba. “Ha sido un proceso interesante, donde hemos agotado una intensa agenda de reuniones, visitas técnicas, foros de discusión con la participación de instituciones públicas y privadas del país y organizaciones no gubernamentales que trabajan el tema mujer, así como la presentación del proyecto Ciudad Mujer al Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en noviembre del año pasado”, declaró en la edición digital de Diario Libre del 7 de febrero de 2016.

De hecho, documentos en poder de LA PRENSA GRÁFICA demuestran que Plenus y el BID, en conjunto, realizaron consultorías en Dominicana antes de la implementación de Ciudad Mujer.

Pero República Dominicana no es el único que da cuenta de la participación de la ONG de la ex primera dama de la república en la implementación de Ciudad Mujer en el extranjero. También sucedió lo mismo en Honduras, donde el “Protocolo del Programa Presidencial Ciudad Mujer en Honduras” deja constancia que fue realizado por la Fundación Plenus.

Incluso, el Manual Operativo de Ciudad Mujer en Honduras fue hecho por la Fundación Plenus y tiene su logo (ver imagen que lo demuestra).

República Dominicana y Honduras son solo los dos ejemplos más claros. En Paraguay, México y Bolivia también han trabajado el proyecto de Ciudad Mujer con las herramientas hechas por Plenus y financiadas por el BID.

Durante los últimos años el BID y Plenus han trabajado de la mano para llevar Ciudad Mujer a otros países y cuando otros gobiernos adquieren el compromiso de realizar el proyecto, el banco les otorga préstamos para ejecutarlo. También las consultorías de Plenus y sus asesorías se han pagado con fondos del BID.

Al Gobierno hondureño, por ejemplo, el BID le prestó inicialmente $20 millones, la misma cantidad que le dio a El Salvador en 2011, pero que se ha ido incrementando con el paso de los años. Más al sur, en Paraguay, el BID hizo un préstamo de casi $13 millones para un proyecto de ayuda agrícola campesina que impulsó Ciudad Mujer.

El BID confirma en su sitio web que trabajó en conjunto con Plenus un total de 12 herramientas que tienen por fin “consolidar y estandarizar el modelo (de Ciudad Mujer) como bien público regional, facilitar la asistencia técnica que extiende el BID, asegurar la calidad en el diseño del programa y responder a la demanda creciente en la región”.

Esas 12 herramientas son 12 capítulos que forman un manual sobre cómo funciona y cómo se aplica el proyecto de Ciudad Mujer en El Salvador y que ha sido “cedido” y puesto a disposición del resto de países interesados en implementar el mismo plan. Pignato dijo en una entrevista que las herramientas no están ligadas a Ciudad Mujer y que depende de cada país el nombre que le pone a sus sedes.

LA PRENSA GRÁFICA consultó al BID sobre su relación con la Fundación Plenus y solicitó una entrevista con el representante del banco que coordina los proyectos de Ciudad Mujer en otros países de Latinoamérica, pero la organización únicamente contestó el 5 de abril pasado con un escueto correo electrónico.

Reconoció que tenía nexos con la fundación, pero no profundizó en ellos.

“El Banco contó con servicios de dicha fundación para elaborar herramientas que apoyaron a otros países a adaptar Ciudad Mujer a su contexto y a asesorar dicha adaptación en países de la región”, declaró el representante del BID en El Salvador, según la firma del correo. El organismo no dio espacio para hablar sobre el financiamiento de consultorías de Plenus y su relación actual.

Se pidió información a la Secretaría de Inclusión Social vía Ley de Acceso a la Información Pública, pero aún no hay respuesta a la solicitud.

Pignato añadió que su relación con el BID es legal y que el organismo decide con quién trabajar.

Pignato fue la que dio vida a Plenus, siendo secretaria de Inclusión Social y en aquel entonces primera dama de la república. Además, quien inscribió dos veces la imagen de la ONG ante Gobernación fue Tania Cedillos, actual directora ejecutiva de la SIS.

Cedillos negó tener relación alguna con la ONG, pero no aceptó dar una entrevista personal a LA PRENSA GRÁFICA para hablar sobre el tema.

Únicamente contestó vía correo electrónico y dijo: “No tenemos, ni nunca hemos tenido un cargo directivo en la fundación mencionada”, pese a que los documentos comprueban que ha estado ligada a la fundación desde su concepción, no solo como representante legal, sino porque su hermano y su esposo también han sido directivos de esta.

Tanto Cedillos como Guadalupe Hernández de Espinoza, actual subsecretaria de Inclusión Social, dijeron que la SIS también ha trabajado con el BID en crear herramientas para difundir el proyecto de Ciudad Mujer en el extranjero; pero no explicaron por qué en ellas aparece la firma de la Fundación Plenus y no la del Gobierno salvadoreño.

Pese a que se desligan de la fundación, tanto Pignato como el resto de funcionarios que han participado desde 2013 en los proyectos de Plenus realizaron acciones contrarias a la Ley de Ética Gubernamental, por el supuesto conflicto de intereses en sus labores.

La SIS difundió ayer un comunicado en el que lamenta “que quiera desprestigiarse el modelo de Ciudad Mujer en momentos en los que El Salvador será conducido por un nuevo Gobierno”.


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