Revista Viajes

Funyaks en dart river

Por Eazkoitia
FUNYAKS EN DART RIVER

Hace unos días nos despertó el teléfono a eso de las siete y media de la mañana. No era nadie de Vodafone, Jazztel o similar, era la chica de la oficina de Dart River Jet de Glenorchy. Nos dijo que había un par de sitios libres para ir a hacer kayak por el río Dart y que si nos apuntábamos. Evidentemente dijimos que sí.FUNYAKS EN DART RIVER
Fuimos hacia Dart River Jet donde se reunió el equipo de remeros: un americano, cuatro chinas muy divertidas, Marina y yo. Hicimos la charla de seguridad y nos dieron los trajes de neopreno y los chalecos salvavidas.FUNYAKS EN DART RIVER
Remontamos el río en jetboat, un tipo de lancha que prácticamente vuela por encima del agua (puede navegar por zonas donde el agua no supera los diez centímetros de profundidad) y que fue inventada por un neozelandés hace ya muchos años.FUNYAKS EN DART RIVER
Una vez llegamos al punto donde estaban los kayaks hinchables empezó el show de las chinas. Eran cuatro mujeres de unos cuarenta años de las que sólo una sabía palabras sueltas de inglés. Nunca habían estado en una barca y no sabían ni cómo coger un remo. El guía era inglés y no hablaba mandarín así que os podéis imaginar el esfuerzo que tuvo que hacer para que más o menos entendiesen cómo iba esto de remar. Y las chinas decían a todo que sí. Después de la teoría las puso en el kayak para ver qué habían entendido. En ese momento fuimos testigos de la mentalidad militar que tenían: una de ellas se erigió en la líder suprema de la barcaza y empezó a coordinar, como un tamborilero en una galera, a sus camaradas. Se movían como un único ser con una sincronización perfecta. La amada líder chillaba palabras con una energía sobrehumana y las otras tres peones le respondían marcialmente. Espectacular. FUNYAKS EN DART RIVER
En ese momento epifánico creí entender que China realmente dominará el mundo en un futuro no muy lejano. Me pareció vernos a todos con el pelo cortado siguiendo el borde de una palangana, viendo series de televisión estirados en el suelo de un Basar Oriental a las tres de la madrugada y llevando pantalones de chándal con camiseta interior de tirantes amarilleada por el sudor y chanclas con calcetines del Lidl. Afortunadamente se me pasó pronto.A pesar de toda esa parafernalia castrense fueron incapaces de dirigir el kayak en la dirección que debían o de entender el mecanismo para hacer girar la embarcación. En un momento dado el guía les dijo que debían girar y volver y, en lugar de virar el kayak, se levantaron y se giraron ellas, bogando con la popa del kayak a modo de proa. Una vez se les pasó la fiebre soldadesca no pararon de reírse en todo el día, tanto de ellas mismas como de la desesperación del guía que rezaba para que no se le ahogaran en dos palmos de agua. Y los demás nos reímos con ellas porque eran, realmente, unas señoras muy graciosas y simpáticas.FUNYAKS EN DART RIVER
Y en cuanto al paseo en kayak, pues muy bonito, evidentemente. Los paisajes de por aquí nos los sabemos de memoria pero desde el agua todo parece incluso más espectacular.

Enrique & Marina

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