Revista Cine

Furious Monkey House – Buena música y buena educación

Publicado el 22 mayo 2016 por Decabo

Sucede mucho que estás en casa haciendo mil cosas y con la tele puesta, era un día de esos. De repente cuando oí la voz de su solista, mis oídos se pusieron a escuchar. Era buena. Su música me trasladó a la época más nocturna de mi vida, los noventa. Hasta ahí todo normal.La sorpresa llegó al girar la cabeza y encontrarme con un grupo de “micos”, chicos y chicas entre 10 y 13 años, con un guitarrista bastante mono de manera literal. Son los Furious Monkey House, y desde entonces soy muy fan.

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Soy fan de su música, pero también de la historia que tienen detrás. Desconozco cuanto de lo que he leído puede tener de estrategia comercial, pero tengo que decir que yo me lo he creído todo, que me lo quiero creer, y por eso les dedico este post.

Su historia es la de un profesor de música que se preocupa porque sus alumnos se diviertan aprendiendo. Porque la letra no entra con sangre como decían a nuestros padres, la letra normalmente entra mejor con sonrisas. Un profesor que fomenta la creatividad, y que de este modo consigue que el talento se ponga a brillar. Un profesor que se esconde tras una careta porque sabe que los protagonistas son los alumnos.

Son un grupo que demuestra que los niños para mostrar su valía no necesitan ser explotados ni exprimidos por platós de televisión. En esos programas donde gustan más de lucir las lágrimas de sus padres que la calidad de sus cuerdas vocales, donde son juzgados arbitrariamente y sin piedad porque un pequeño desolado bien vale la pena por un punto más de audiencia. En fin, los Furious Monkey House demuestran paradójicamente que el talento de los niños puede ser sacado a relucir sin tener que convertirlos en monos… de feria.

Un grupo que ve cada concierto como un nuevo reto de aprendizaje, y cuyo objetivo primordial, de momento, no es lucrarse. El futuro nadie lo puede predecir y en la industria donde se han metido van a tener complicado mantener sus intenciones si su fama crece, pero es bueno que al menos inicialmente se plantee así: que el grupo durará mientras se diviertan y aprendan con lo que hacen. Como diría Ken Robinson, mientras sigan en su elemento.

En fin, recomiendo escucharles, y recomiendo también leer este reportaje del Jot Down donde después de conquistarme con su sonido empezaron a conquistarme con su historia.

Viva la buena educación y viva la buena música.


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