Revista Comunicación

Fusión Cuatro-Telecinco: Víctimas, profesionales y marionetas

Publicado el 15 diciembre 2010 por Imoran

Fusión Cuatro-Telecinco: de víctimas, profesionales y marionetas

No suelo ver mucho la tele durante la mañana, pero no faltan las noticias mientras desayuno y la tertulia política de la Campoy, en Cuatro, mientras preparo el almuerzo. Hoy hacía tiempo que no veía Las mañanas de Cuatro, precisamente desde que Concha García Campoy declarara que dejaba el programa.

Y puestos a reflexionar, he pensado
lo caro que sale a algunos profesionales eso de las fusiones y compadreo entre las cadenas. La fusión Cuatro-Telecinco es una realidad tras la aprobación de la Comisión Nacional de la Competencia. Por el camino, mucha reestructuración de plantilla, baile de programas y modificación de parrillas.
Primero fue Iñaki Gabilondo, quien abandonó los informativos de la cadena para irse a otra del grupo Prisa, CNN+. Pero con la desaparición de CNN+, al periodista no le quedan más cadenas afines por las que decantarse. Hoy mismo, ha anunciado su retirada de la primera fila televisiva, al no estar de acuerdo con la fusión de ambas cadenas. Concha García Campoy, que seguramente se las veía venir, ha optado por no ser títere de la empresa que la contrata y también se ha negado a seguir adelante tras la fusión.
Porque hay diferentes tipos de profesionales. No me negarán que no es lo mismo que uno se retire con dignidad de un proyecto en el que no cree... a que sea una marioneta de la cadena y tenga que trabajar allá donde le lleven. Pero claro, como en todo, también hay clases y clases. Gabilondo o Campoy no son lo mismo que Marta Domínguez (quien sustituirá a Campoy), Jesús Vázquez (gran profesional de la pantalla pero no periodista de prestigio y que pasa de Telecinco a Cuatro) o Tania Llasera (quien presentará en breve Fama). Porque estoy segura, y en eso confío, que Gabilondo o Campoy tendrán un hueco en todas las cadenas, emisoras y periódicos nacionales, cosa que dudo sucedería con Domínguez, Vázquez o Llasera.
Desconozco los términos de contratación de periodistas en Cuatro, pero me queda algo más de cerca la forma de trabajar en Telecinco, caracterizado por hacer un férreo control sobre sus trabajadores-producto: si hay alguien que funcione lo exprimirán hasta sacarle todo su jugo, impidiendole cambios de trabajo o haciéndoles aceptar programas o contenidos que jamás pensarían iban a presentar o redactar.
También me inquieta ese baile de parrillas que, tarde o temprano y, veladamente o no, sucederá. Según El País,
CSI podría pasar a Cuatro, e incluso, se barajó la posibilidad en su momento de intercambiar CSI por El Hormiguero, algo que por ahora queda descartado.
Aunque aún no está claro, parece que cada una de las cadenas conservará sus señas de identidad: Telecinco más generalista y Cuatro dedicada a un público más definido. Siendo así, ¿por qué esta reestructuración de plantilla?
Si son dos cadenas de la misma empresa no tendrían que competir una contra la otra, ¿o no? De acuerdo, este transvase suena a eso, al método efectivo para conseguir audiencia, pero ¿qué más da? Al fin y al cabo, ¿no es casi todo el espectro televisivo ya de Telecinco?
Porque ésa es otra. ¿Qué pasará ahora con las cadenas de TDT como FDF, LaSiete o Boing? ¿Cuántas cadenas puede tener una empresa? En fin, la solución pasa por suprimir una de estas cadenas en favor de Cuatro, no veo otra salida.
En definitiva, asistiremos al nacimiento de una cadena nueva, pero extraña, que copará gran parte del espectro televisivo y cuyos cambios seguro que no terminan aquí. Vaya panorama nos espera en 2011...


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