Revista Arte

Fútbol durante la guerra civil

Por Insane Mclero @insanemclero

En plena Guerra Civil Española el balón de fútbol, a pesar de las circunstancias, no dejó de rodar.

“Todas las guerras son duras, pero las que son entre hermanos son peores”. Estoy seguro que son muchos los que alguna vez han escuchado esta afirmación de la mano de abuelos o familiares que vivieron de primera mano la Guerra Civil Española del 1936. Este conflicto, el más reciente históricamente si de guerras civiles en nuestro país hablamos,  sigue marcando desde el recuerdo del  dolor más atroz de los que los que la  sufrieron, el devenir de una sociedad que nota aun en su ADN el peso de los bandos, del azul y del rojo, del A y del B, del equipo X y el equipo Y… En definitiva, de este bipartidismo absoluto general del que no conseguimos deshacernos aun habiendo transcurrido ya 70 años largos  del fin de nuestra particular Gran Guerra. No seré yo quien en esta entrada se ponga a valorar las consecuencias político-sociales que emanaron del conflicto y pido perdón por haber recorrido la senda de estos derroteros a modo de introducción de  lo que realmente me gustaría explicar, pero incluso yo mismo caigo en la necesidad de volver a dejar constancia, desde mi cómoda y contemporánea situación, de lo que siento tras mi humilde pero real estudio y reflexión sobre la Guerra civil española.

Gracias a este estudio e interés sobre el conflicto en el que uno de mis abuelos participó combatiendo en el frente, me  hice eco de un suceso relacionado con el fútbol que me llamó realmente la atención y que pretendo mostrároslo con este artículo.

Lógicamente el fútbol, durante los años convulsos de guerra, también se vio alterado de diversas maneras. Son muchos los jugadores, presidentes o personalidades futbolistas  que participaron activamente en el conflicto, de un bando y de otro. También se produjeron muertes, exilios y detenciones. Un dato que nos puede ayudar a comprender la magnitud de lo descrito es que, de los jugadores pertenecientes a la selección española antes de estallido del conflicto, solo cuatro jugaron de nuevo en la selección tras su finalización.

 Tras la sublevación y el estallido de la guerra, la liga española creada solo siete años antes se paralizó y se suspendió debido a la dificultad de la situación estatal. Pero si hay algo que el balón tiene es que, por muy duras que sean las circunstancias sociales, políticas o económicas, nunca deja de rodar y el balompié se convierte en la vía de escape habitual y  en el antídoto asequible para intentar paliar cualquier mal o desgracia.

En España, durante esos belicosos años 30,  pasó lo mismo y, a pesar de la disolución de la competición estatal se siguió jugando al fútbol, sobretodo en las zonas en donde la sublevación militar no obtuvo éxito. En Valencia y en Cataluña se continuaron disputando, durante el primer año de guerra, torneos regionales entre los principales clubs existentes en cada comunidad. Incluso el Real Madrid y el Atlético de Madrid solicitaron a la federación catalana ser integrados dentro de su competición aunque finalmente, debido a la negativa del FC Barcelona, se desestimó la petición de los clubs madrileños. Fue en la zona mediterránea  bajo control del gobierno republicano  donde se creó una liga gracias a la colaboración entre la federación catalana y valenciana. La idea del gobierno era la de organizar una competición que sustituyera a la ya establecida y, en ese momento,  paralizada.  La liga se denominó oficialmente como liga Levante-Cataluña o liga Cataluña-Valencia aunque también se le conoció como ‘’Liga Mediterranea de Futbol’’ y comenzó a disputarse el 31 de enero de 1937. En un principio, la intención de los organizadores era dividir la participación entre seis equipos de la federación catalana y seis de la valenciana pero, a causa de los bombardeos de Murcia, Cartagena y Alicante, el Murcia FC, el Cartagena FC y el Hercules FC no pudieron inscribirse en la competición. Debido a esto se reestructuró la participación siendo estos los equipos participantes: Athletic Club de Castellón, Gimnástico Foot-ball Club, Levante Foot-Ball Club , Valencia Foot-Ball Club, Foot-ball Club Barcelona, Club Deportivo Español, Gerona Foot-Ball Club y Granollers Sport Club. (El nombre de los clubs es el oficial por esas fechas)

La liga se desarrolló con normalidad hasta que el bando sublevado aisló Valencia de Cataluña haciendo imposible el desarrollo de esta y la competición se paralizó el día 2 de mayo de 1937. Tres meses en los que el futbol se abrió paso ante la desesperación humana como un pequeño brote de césped en un campo de tierra y fango. Finalmente la ‘’Liga Mediterránea” fue ganada Por el FC Barcelona superando por un solo punto al subcampeón que fue CD Español. En la portada del Mundo deportivo se vio reflejado el desenlace final  de la liga con el siguiente titular : “El Barcelona es el vencedor de la Liga Cataluña-Valencia puesto que el Español, que fue “Leader” perpetuo, perdió el último “mach”  en Mestalla, mientras el Barcelona venció al Gimnástico fácilmente”.

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Las posiciones finales de los participantes fueron las siguientes:

1º: FC Barcelona

2º: CD Español

3º: Gerona FC

4º: Valencia FC

5º: Levante FC

6º: Gimnástico FC

7º: Granollers SC

8º: Athletic Castellón

Esta clasificación quedará en el recuerdo, un recuerdo  que nos hace pensar que por lo menos, durante un tiempo, el balón consiguió vencer todas bombas de una maldita guerra que no pudo arrancar la pasión de unos hombres por jugar al balompié. El Futbol   demostró que en cualquier circunstancia puede ganar una guerra, incluso a la más cruel de todas ellas como una entre hermanos. Una lección que nos ha de enseñar a hacer rodar el balón de forma simbólica cada vez que la desesperación y el desanimo se coman nuestra esperanza. Hacer como aquellos que prefirieron jugar mientras un país entero empuñaba un fusil.   


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