Garabatos de opinión; ¿Es el voto un placebo político?

“Al final son todos iguales” “cuando buscan el voto son todos buenos, cuando ya lo tienen es otra historia” “¿para qué sirve el voto de la gente?” “cuando están en el poder se olvidan de todo” “¿Y qué hacemos para cambiar esto?” ¿Cuántas veces han oído frases como estas? Seguramente muchas, suelen salir tarde o temprano en cualquier charla sobre política mostrando el claro desapego y desilusión, o quizás frustración, que está generando la clase política en la ciudadanía.

No puede ser de otra forma cuando día tras día queda más claro que el voto carece de poder. Debería ser una herramienta en manos del pueblo para garantizar su control sobre los gestores de lo público y no ha pasado de ser un símbolo, un recordatorio de lo que debería ser y no es.

En los últimos días, y semanas, hemos asistido a un ejercicio de desilusión y desconfianza continuo desde el gobierno. No solo por la batería de medidas que han tomado que contradicen totalmente lo que habían dicho que debía hacerse, y harían, si llegaban a gobernar, sino por la defensa a capa y espada que están haciendo de Repsol. Al mismo tiempo que acometen recortes a diestro y siniestro, dejando cada vez más debilitado el estado del bienestar y a los propios ciudadanos, sin dar una sola explicación; sí salen en sucesivas ruedas de prensa amenazando a Argentina por la nacionalización de YPF y buscan apoyos a todos los niveles en todos los países aliados. Todo por una empresa privada cuyo único capital español está en manos de grupos empresariales. ¿Y qué hacen por los ciudadanos? ¿qué hacen contra el ataque que está sufriendo el estado por parte de los mercados y contra la extorsión llevada a cabo por la UE (Alemania al frente) y el BCE? Nada. Ni siquiera argumentan o explican las medidas o recortes. No merece el pueblo ni una rueda de prensa con preguntas.

Los ciudadanos votan pero las multinacionales tienen el dinero y este es quien manda al fin y al cabo. Luego, si esto es lo que importa, si a pesar de que estos votan y pagan impuestos son las multinacionales, grupos de inversión, grandes fortunas, Unión Europea, BCE, Merkel, etc los que deciden que políticas se deben aplicar volvemos a las preguntas del principio ¿de qué sirve el voto y la democracia? ¿Es este el sistema que está agotado y no el capitalismo o ambos están en las últimas?

¿Es el ejercicio del voto, tal como está diseñada la ley electoral, la última de las trampas creada por la clase gobernante para hacer creer al pueblo que tiene algún control sobre su gobierno? ¿Es, por tanto, el voto un placebo político? Al fin y al cabo es más sencillo luchar contra el sistema cuando este es una dictadura, entonces está claro quién es el bueno y quién el malo pero cuando el sistema es una democracia ¿cómo se puede luchar contra el que supuestamente es el bueno? La rebeldía, el sentido crítico, la voluntad de lucha, incluso la base teórica e intelectual que debe sustentar esa búsqueda de algo mejor queda mermada porque se hace creer que no hay nada que merezca la pena más allá. Es más, se hace creer que luchar contra este sistema puede implicar el que en vez de avanzar hacia algo mejor se retroceda hacia algo peor por lo que hay que limitarse a jugar con las condiciones que el sistema da: seguir votando a partidos que prometen mejoras mientras están en la oposición para olvidarlas cuando alcanzan el gobierno y entonces volver a escuchar a otro partido que promete mejoras desde la oposición. Y seguir así  por siempre.

¿No deberíamos todos aspirar a algo mejor?

Joseba Morales

Dibujante, ilustrador, viñetista. Básicamente garabatero. También en Tenerife Deportivo y Cartoon Movement.