Gareth Bale, precio estratosférico y pies en la tierra

Gareth Bale se aleja del prototipo de jugador de fútbol cegado por la fama y las cifras de su cuenta corriente. El fichaje más caro de la historia del deporte rey mostró en los días previos su cara más natural, buscando la tranquilidad de su Cardiff natal y el relax en Marbella junto a su familia en el fin de semana en el que se suponía que se oficializaría su traspaso al Real Madrid.

Cuando los rumores sobre su salida del Tottenham comenzaron a hacerse notorios, el galés no optó por recluirse en una lujosa casa aislándose de todo el ruido mediático. Su presencia en una tienda de comida rápida en un centro comercial de Cardiff junto a su esposa, Emma Rhys-Jones, y su hija, Alba Violet, llamó la atención de todos los que allí estaban pasando la tarde haciendo sus compras, y los comentarios en Twitter empezaron a proliferar.
Con los pies en la tierra
Lejos de mostrar una actitud de divo, Bale se mostró accesible a los aficionados y atendió a todo el que le pedía un autógrafo o una foto. La sorpresa por un comportamiento tan poco habitual en un futbolista prendió rápidamente: “Fue muy atento y dedicaba tiempo a todo el mundo, para ser un futbolista tiene los pies muy bien puestos en la tierra”, comentó un fan de 21 años.
Hijo de un conserje y una gerente, Bale siempre ha tenido como máxima referencia a sus progenitores, en especial a su padre, a quien tiene como un héroe: “Es el único que siempre ha estado ahí; se podría decir que es mi héroe. Incluso cuando estaba trabajando hubiera hecho cualquier cosa por mí. Ha sido mi mayor influencia”, dice con orgullo Bale siempre que se le pregunta por él.
Ese comportamiento ejemplar es el que hace que siempre esté al lado de su hija, nacida en octubre de 2012. El extremo galés se ausentó de un importante partido de la Premier League frente al Chelsea para estar al lado de su esposa y no perderse el nacimiento de su primera hija.
Emma Rhys-Jones, su esposa, ha estado al lado de Gareth Bale desde su infancia, lo que ha contribuido a que en su adolescencia y juventud la vida del galés estuviera alejada de escándalos, algo que no es del todo ajeno a la mayoría de jugadores del fútbol británico. Los distintos entrenadores que ha tenido a lo largo de su carrera lo han agradecido siempre y el propio Bale también, patentando el corazón con el que celebra sus goles dedicado a Emma.
Momentos bajos en su carrera
A pesar de la estabilidad que Bale presenta en su vida privada, su carrera futbolística no siempre ha sido tan exitosa como hace pensar la cifra récord que el Real Madrid ha pagado por él. En 2009 vivió uno de sus momentos más duros como futbolistas, sumando el Tottenham 24 partidos consecutivos con él en el campo sin victoria.
Su llegada a los ‘spurs’ con 17 años, considerado como uno de los carrileros zurdos más prometedores de la cantera del Southampton, no se correspondía con el rendimiento que ofrecía sobre el terreno de juego de White Hart Lane, lo que llevaba a la desesperación a Harry Redknapp, por entonces su entrenador. “¡Deja de joder con el pelo y hazte más fuerte!”, le llegó a espetar en una ocasión, cansado de que el joven galés estuviera más pendiente de sus peinados –hechos por Emma- que de su fútbol.
Los tabloides británicos no tardaron en hacer sangre con Bale, incluyéndolo en la categoría de ‘flop’ (así se conoce a los fichajes fracasados en la Premier League), e incluso estuvo cerca de ser traspasado al Birmingham por 3,5 millones de euros. No eran pocos los aficionados que pensaban que eso era una ganga por un jugador que no había demostrado nada.
La Champions, punto de inflexión
Gareth Bale supo aguardar pacientemente su momento y aprovechó un partido de Champions League para mostrar todas sus cualidades. Eligió un escenario en el que los focos fueran multitudinarios –el Giuseppe Meazza milanés- y brilló con luz propia, anotándole un triplete al Inter y humillando a Maicon en octubre de 2010, cuando el brasileño aún estaba considerado como uno de los mejores laterales derechos del mundo.
Desde entonces, su trayectoria fue una continua ascensión hasta la cima, abandonando su posición de lateral izquierdo y, posteriormente, también la de extremo izquierdo para pasar a ocupar posiciones más ofensivas y convencer al Real Madrid de llevar a cabo un desembolso de locura. Lo que nunca abandonó Bale en el camino fue a su familia, el faro que guía su trayectoria deportiva en los buenos y en los malos momentos.