Revista Ciencia

✨Gas caliente en el centro de la Vía Láctea

Por Juan Carlos
Domingo 23 de Julio de 2017


✨Gas caliente en el centro de la Vía Láctea
Esta imagen fue producida combinando 12 observaciones del Observatorio de rayos X Chandra de una región a 130 años luz del centro de la Vía Láctea. Los colores representan los rayos X de baja energía en rojo, media energía en verde y alta energía en azul. Gracias al poder de resolución único de Chandra, los astrónomos han sido capaces de identificar miles de fuentes de rayos X, así como las estrellas de neutrones, los agujeros negros, las enanas blancas, las estrellas en primer plano y las galaxias de fondo. Lo que queda es un resplandor difuso de rayos X que se extiende desde la parte superior izquierda a la parte inferior derecha, a lo largo de la dirección del disco galáctico. El espectro del resplandor difuso es consistente con una nube de gas caliente que contiene dos componentes, gas a 10 millones de grados Celsius y gas a 100 millones de grados. Los rayos X difusos parecen ser la parte más brillante de una cresta de emisión de rayos X que mide varios miles de años luz a lo largo del disco de la galaxia. La extensión de esta cresta implica que el gas caliente difuso en esta imagen, probablemente no está siendo calentado por el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, conocido por los astrónomos como Sagitario A.

Las ondas de choque de explosiones de supernovas son la explicación más probable para calentar el gas hasta llegar a los 10 millones de grados, pero no se sabe cómo se calienta el gas de 100 millones de grados. Las ondas de choque ordinarias de la supernova no se calentarían por las partículas muy de alta energía que produce el espectro incorrecto de radiografías. Además, el campo magnético galáctico observado parece descartar el confinamiento y el calentamiento por turbulencia magnética. Es posible que el componente de rayos X de alta energía del gas caliente sólo parezca difuso y, de hecho, es debido al resplandor combinado de una población aún no detectada de fuentes puntuales, igual que las difusas luces de una ciudad vista a gran distancia. La dificultad con esta explicación es que serían necesarias 200,000 fuentes radiactivas en la región observada. Una población tan grande de fuentes sin detectar, produciría un resplandor de rayos X mucho más suave de lo que se observa. Además, no existe una clase conocida de objetos que pueda explicar un número tan grande de fuentes de rayos X de alta energía en el centro de la Vía Láctea.
Fotografía OriginalCrédito:   NASA / CXC / UCLAMIT / M.Muno

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