Revista Comunicación

Gástate tu dinero en los demás

Publicado el 22 diciembre 2015 por Javier Díaz Sánchez @javierdisan

Tendemos a pensar que la gente con dinero, poder y una buena posición social tienen una vida maravillosa, y por tanto, son felices pero ¿qué hay de cierto en eso? ¿acaso tenemos pruebas de ello? Definitivamente no pero además existe otra cuestión añadida: ¿qué entendemos por felicidad? La falta de consenso acerca del verdadero significado de este término ha llevado a sociólogos, psicólogos y economistas a plantear resultados contradictorios acerca del eterno debate sobre si el dinero puede comprar la felicidad.

Entre los que defienden que el dinero sí puede comprar la felicidad, Michael Norton comparte un interesante punto de vista. Según este profesor, la clave radica en cómo gastamos nuestro dinero. En esencia, lo que defiende es que el dinero no nos hace felices porque siempre lo gastamos en cosas equivocadas, y, en particular, en nosotros mismos. El dinero tiende a volvernos muy egoístas y solemos hacer cosas solo para nosotros mismos así que gastarlo en otras personas nos aportaría un mayor grado de satisfacción. Además, la propia costumbre social hace que el acto de gastar dinero en otras personas nos lleve a ser amable con ellas por lo que nuestras relaciones con los demás se enriquecen y pueden verse fortalecidas. Así que en el improbable caso de que te toque la lotería ya sabes lo que tienes que hacer para ser más feliz: gástate tu dinero en los demás.

Por otro lado, no debemos olvidar que el dinero, como la droga, produce un efecto de habituación que explica eso de que "cuánto más tienes, más quieres". Este fenómeno se ha estudiado especialmente en el ámbito profesional y se ha constatado que si te suben el sueldo tendrás una fantástica sensación de placer inicial pero esa sensación se disipará pronto. De hecho, algunas investigaciones han demostrado que el incentivo económico no es el mejor motivador. Ahora bien, es justo reconocer que para que esto se cumpla la condición de partida es que nuestro nivel de ingresos lo percibamos como justo y para ello tendemos a buscar información de nuestro entorno próximo (lo que ganan otros compañeros de trabajo, profesionales del mismo sector, etc.).

En definitiva, el dinero actúa como la mayoría de las drogas adictivas por lo que necesitarás siempre dosis mayores y más frecuentes. Por tanto, ¿el dinero contribuye a la felicidad? sí, pero hasta cierto punto. Y dicho sea de paso, parece que otro indicador probable del índice de felicidad es el hecho de tener pareja mientras que, por el contrario, el hecho de tener hijos no parece que contribuya tanto a la felicidad de los progenitores.

Y ya que hablamos de felicidad, aprovecho para desearos unas felices fiestas 😉

Gástate tu dinero en los demás
Gástate tu dinero en los demás

Psicólogo / Humanista digital / Emprendedor Ayudo a empresas y organizaciones en sus procesos de cambio y transformación. La consultoría de formación es una de mis herramientas de trabajo para lograr resultados tangibles.


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